La acción realizada este miércoles por 350.org Brasil probó lo siguiente: la violencia emocional, física y la persecución política no callan la voz o heren el honor de quien defiende causas nobles. En el marco de la 14ª Ronda de Licitaciones de bloques para exploración de petróleo y gas de la Agencia Nacional de Petróleo y Gas (ANP), la manifestación pacífica organizada en conjunto por diversas organizaciones, como la COESUS – Coalición No Fracking Brasil por el Clima, Agua y Vida, activistas y liderazgos indígenas fueron agredidos por seguridades y aún continúan sufriendo persecución y amenazas.
Brasil sigue mostrando un país peligroso para quienes defienden causas relacionadas con el medio ambiente, el clima y los derechos humanos. Los manifestantes han sufrido amenazas reiteradas, que ponen en riesgo la vida, su libertad y sus familiares, y aumentan el sentimiento de preocupación y vulnerabilidad. Para la directora de 350.org Brasil y América Latina, Nicole Figueiredo de Oliveira, esa postura prueba que, aliados a corporaciones extremadamente poderosas y corruptas, este y otros gobiernos quieren silenciar a los movimientos sociales y criminalizarlos por el derecho a la libre manifestación.
“Nuestras pautas tienen un marco técnico, científico, político e ideológico. Defendemos un mundo mejor, más sano y justo para toda la humanidad, con base en evidencias publicadas por los mayores centros de investigación y estudios del mundo. Sabemos que nuestras demandas incomodan los intereses de grupos con mucha influencia política y financiera, y que muchas veces están ligados a gobiernos corruptos. Demostraciones como las de ayer son legítimas y esenciales a cualquier sociedad democrática. Cualquier forma de represión a ellas es un intento de callar a aquellos que reivindican sus derechos más básicos”, afirmó.
La manifestación se realizó en el hotel cinco estrellas Windsor Barra, en Río de Janeiro, donde se produjo la subasta, que supuestamente debería ser pública y abierta. En el acto ambientalistas, religiosos, agricultores, artistas y líderes indígenas de diversos pueblos y regiones del país, como el cacique Kretã Kaingang, estaban presentes en el acto ambientalistas, religiosos, agricultores, artistas y líderes indígenas. En representación de la sociedad civil, se les impidió parcialmente participar, ya que se les reservó una sala separada, donde sólo se podía acompañar el certamen a través de una pantalla.
En la línea de frente de los movimientos socioambientales hace más de una década, Nicole encabeza la lucha contra el fracking, técnica no convencional extremadamente contaminante para extracción de petróleo y gas de altas profundidades, en países como Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia. Es consultora y experta en cambio climático, derecho y sostenibilidad, posee licenciado en Derecho y dos maestrías en Derecho Internacional y Resolución de Conflictos, uno por la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas en Costa Rica, y otro por la Universidad de Innsbruck, en Austria.
“Para mí, testificar sin divulgar no tiene sentido. Guardar la experiencia y la sabiduría para sí puede ser importante desde el punto de vista de la evolución personal, espiritual, intelectual, pero seguramente no provoca el cambio que quiero para el mundo. Desde entonces, decidí asumir una postura más activa para incidir en la toma de grandes decisiones y en la formulación de políticas públicas, influenciando los rumbos de las inversiones del país, pero siempre lo hice de forma pacífica y guiada por mis valores personales. Con la memoria de las catástrofes que testigo a lo largo de los años viva en mi corazón, mantuve mi mente enfocada en las estrategias y en el objetivo que quiero alcanzar: contener los cambios climáticos, revirtiendo el camino casi sin retorno al que estamos destinando nuestra vida en el planeta”, subrayó la activista.
Al frente de 350.org Brasil y América Latina, Nicole lucha contra la industria de los combustibles fósiles, la principal responsable de la crisis climática global y una de las mayores implicadas en casos de corrupción en Brasil y en el mundo. De las 36 empresas que fueron aprobadas para participar en la subasta, más del 60% son extranjeras y al menos cinco de ellas están involucradas en casos de corrupción. Empresas como Shell y ExxonMobil, por ejemplo, comparten casos de esquemas ilícitos que involucra al gobierno nigeriano. A esta última todavía se suma el histórico agravante de haber omitido conocimiento sobre los cambios climáticos desde hace más de medio siglo.
En total, 17 empresas compraron áreas para explotación en la 14a Ronda, siendo 7 de ellas extranjeras. Sólo el 13% de los bloques ofertados fueron rematados, pero dos de ellos solos, comprados por el consorcio Petrobras/ExxoMobil en la Cuenca de Campos, responden por 3,6 mil millones de Reales de la recaudación total de 3,84 mil millones de Reales.
El líder indígena Kretã Kaingang, que fue agredido por seguridades de la ANP, es uno de los fundadores de la Articulación de los Pueblos Indígenas del Sur (ARPINSUL), de la Articulación de los Pueblos Indígenas del Brasil (APIB) y del Campamento Tierra Libre (ATL) hoy el gran foro del Movimiento Indígena brasileño. Es hijo del cacique ngelo Kretán, uno de los principales comandantes del movimiento por la reanudación de las tierras indígenas en el sur de Brasil en la década de 1970. Angelo fue también el primer concejal indígena del país, elegido en 1976, en plena dictadura militar, por el Movimiento Democrático (MDB).
Kretã lucha por la demarcación de las tierras indígenas en el Sur y Sudeste del país, contra la industria del petróleo, la fractura hidráulica y el cambio climático. “Nosotros indígenas vivimos agresiones, persecuciones e intimidaciones diariamente en nuestras tierras, no permitiremos que el agua y la tierra sean contaminadas por el petróleo o el gas, y seguiremos luchando para evitar que destruyan nuestra vida”, destacó el jefe.