La Universidad de Glasgow se ha convertido en la primera universidad europea en desinvertir sus activos en la industria debanner-drop-big-decision-day los combustibles fósiles. Tras un largo año de campañas estudiantiles, el consejo rectoral de dicha institución ha votado hoy a favor de proceder a la desinversión de la totalidad de su participación en el sector, que asciende a los 129 millones de libras esterlinas. Esto supone una gran victoria para el creciente movimiento a favor de la desinversión en el Reino Unido y el resto de Europa.

“Estamos encantados de que la Universidad de Glasgow haya decidido adoptar una postura comprometida en la lucha contra el cambio climático y reducir sus vínculos financieros con la industria de los combustibles fósiles. Es gran paso para la campaña en contra de los combustibles fósiles en el Reino Unido y esperamos que nuestra universidad sirva de ejemplo para otras universidades en el futuro”. – Sophie Baumert, Climate Action Society de la Universidad de Glasgow

La Universidad de Glasgow se une así a trece universidades de los Estados Unidos, entre las que se encuentra Stanford, que ya se han comprometido a retirar sus inversiones de la industria de los combustibles fósiles. A fecha de 19 de septiembre de 2014, 181 instituciones y 656 particulares, entre los que figuran universidades, organizaciones religiosas, organizaciones filantrópicas, instituciones sanitarias, gobiernos locales y organizaciones no gubernamentales y que acumulan un valor de más de cincuenta mil millones de dólares estadounidenses en activos, se han comprometido a deshacerse de sus participaciones en el sector.

“La desinversión tiene hoy un fuerte arraigo en el Reino Unido. La presión académica y estudiantil a favor del abandono de los combustibles fósiles está extendiéndose en todo el sector. Es hora de dejar de sacar tajada con el destrozo del clima, tanto si se trata de instituciones pudientes, como las universidades de Oxford o Edimburgo, o de un líder mundial en la investigación sobre el clima, como la Universidad de Anglia del Este. Glasgow ha ayudado a dilucidar la cuestión moral de este asunto y esperamos que muy pronto más universidades decidan invertir su dinero allí donde centran sus investigaciones”. – Andrew Taylor, People & Planet

La decisión de la Universidad de Glasgow de desinvertir llega tras una campaña liderada por la Climate Action Society de la ciudad escocesa en la que participaron más de 1.300 personas, entre estudiantes y personal académico y administrativo y que comenzó con solicitudes formales de información, para, en muy poco tiempo, aumentar su visibilidad con la colocación de pancartas, la figuración de falsos derrames de petróleo y la realización de flashmobs y mítines en el campus.

En junio ​​de este año, el Comité de Asesoramiento Inversor de la Universidad de Glasgow, un subcomité del consejo rectoral constituido para ponderar las implicaciones financieras de la desinversión y determinar si esta política comulga con los valores de la institución, recomendó la completa desinversión del sector de los combustibles fósiles y la reinversión de esos activos, en aquellos casos en los que sea posible, en la industria verde.

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“Los estudiantes no discuten ya sobre la existencia o no del cambio climático: la gente se ha informado, ha leído artículos académicos sobre el tema y no tiene ninguna duda al respecto. Empezamos siendo un pequeño grupo de personas, pero, rápidamente, la campaña caló en la universidad”. – Callum Shaw, Climate Action Society de la Universidad de Glasgow

En la semana previa a la decisión, la universidad escocesa recibió cientos de mensajes de apoyo a la desinversión, provenientes de estudiantes y simpatizantes del movimiento, como la escritora y activista social Naomi Klein o la líder del Partido Verde de Inglaterra y Gales, Natalie Bennett.

“Quiero dar la enhorabuena a esta exitosa campaña dirigida por estudiantes por haber logrado que la Universidad de Glasgow desinvierta 18 millones de libras esterlinas de los combustibles fósiles, lo que la convierte en la primera universidad en Europa en dar este paso.

La Universidad de Glasgow se une al creciente movimiento global de desinversión que proporciona una esperanza muy necesaria a la acción en defensa del clima”. – Naomi Klein, autora de Esto lo cambia todo y No logo.

La campaña en la Universidad de Glasgow refleja la ascendente preocupación entre los estudiantes británicos por los peligros que entraña el cambio climático y los riesgos de inversión asociados a la llamada burbuja del carbono, que amenaza los 5.200 millones de libras esterlinas de inversión en el sector combustibles fósiles que acumula la totalidad de las universidades del Reino Unido, lo que supone una cifra media de 2.083 libras por estudiante.

En los últimos doce meses, la red People & Planet ha puesto en marcha más de cincuenta campañas de desinversión de los combustibles fósiles en todo el Reino Unido, en las que han participado más de 15.000 estudiantes. Durante el verano, la School of Oriental and African Studies (SOAS) se convirtió en la primera universidad del Reino Unido en dar un paso al frente y congelar cualquier nueva inversión prevista en la industria de los combustibles fósiles. Se espera que la SOAS tome una decisión definitiva sobre su política de inversiones a lo largo del mes próximo.

Otras instituciones del país aguardan inminentes decisiones de importancia sobre esta cuestión, como, por ejemplo, la Universidad de Edimburgo, que llevó a cabo recientemente una amplia consulta entre sus estudiantes y su personal laboral cuyo resultado arrojó un abrumador apoyo a la desinversión. La Universidad de Oxford y sus colleges, con una capital invertido que alcanza los 3.800 millones de libras esterlinas, acumulan un volumen de activos mayor que el de cualquier otra institución de educación superior del Reino Unido. Esta universidad está llevando a cabo una consulta, limitada exclusivamente a su personal laboral, sobre este asunto, después de que cerca de 2.000 estudiantes y profesores se unieran a una campaña a favor de la desinversión en la industria de los combustibles fósiles.

El movimiento a favor de la desinversión en el sector de los combustibles fósiles y de la inversión en alternativas limpias ha aumentado con notable rapidez, duplicando su tamaño desde enero de 2014. Además de los estudiantes, un heterogéneo grupo de organizaciones filantrópicas, religiosas, sanitarias y medioambientales de todo el mundo están impulsando este movimiento en defensa del medio ambiente. En el Reino Unido, otras instituciones no pertenecientes al ámbito académico, como la British Medical Association, el Ayuntamiento de la ciudad de Oxford o la Sociedad Religiosa de los Amigos (los cuáqueros), también han hecho público su compromiso con la desinversión.