Nicaragua y el resto de América Central se ha visto afectada por una gran sequía que ha matado a miles de cabezas de ganado, secado cultivos y ha obligado a las ciudades a racionar la electricidad.
Costa Rica, Honduras y Guatemala han declarado emergencias en las zonas más afectadas para acelerar la entrega de ayuda. El Salvador y Nicaragua han abierto fondos especiales para ayudar a los agricultores.
En el norte de Nicaragua, los buitres comen los cadáveres de reses que caen muertas en pastizales secos. “Es agotador. Tengo que viajar hasta cinco kilómetros”, dice Carlos Román mientras camina lentamente a lo largo de un lago artificial bajo un sol abrasador que le ha enrojecido el rostro.
“La mitad del lago se ha secado”, afirmó Román, un agricultor de 41 años y padre de cuatro hijos que vende leche para ganarse la vida en la provincia de Boaco, a 70 kilómetros al noreste de la capital.
“Cuando el invierno es bueno, siembro trigo y frijoles, pero ahora no hay nada. Comemos lo que podemos encontrar”, dijo.
EL CORREDOR SECO
La falta de lluvias ha sido atribuida a la probable llegada del fenómeno climático de El Niño, que se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente cálidas del Pacífico ecuatorial que pueden desencadenar sequías en Centroamérica.
La sequía ha arrasado en una región conocida como “el corredor seco”, que cubre casi un tercio de Centroamérica y donde viven 10 millones de personas, según un estudio de 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El gobierno de Nicaragua dice que el país está sufriendo la peor sequía desde 1976. La primera cosecha, entre mayo y agosto, ha dado nada de acuerdo con los agricultores y ganaderosde Nicaragua. Unas 2.500 reses han muerto y 700.000 más están en estado crítico, ya que deambulan por pastos secos.
La temporada de lluvias en Honduras es por lo general de mayo a noviembre, pero no fue así este año. La sequía ha diezmado el 70 por ciento de los cultivos de maíz y el 45 por ciento de los granos, que afecta a 72.000 familias.
La empresa estatal de energía de Honduras impuso un racionamiento de energía para un máximo de cuatro horas al día en varias ciudades a causa de los bajos niveles de agua en las represas hidroeléctricas.
El Salvador ha perdido una décima parte de su cosecha de maíz. Guatemala estima que las pérdidas agrícolas ascienden a 45 millones de dólares y afecta a 120.000 familias.
Los agricultores de Costa Rica han sufrido pérdidas en ganado y cultivos por un total de 24 millones de dólares. La escasez de agua ha llegado hasta Colombia, donde la federación de ganaderos ‘encontró 30.000 animales muertos.
El Niño, que ocurre cada dos a siete años, ha castigado a América Central 10 veces en los últimos 60 años. “Lo que estamos viendo es la consecuencia de El Niño”, afirmó Luis Fernando Alvarado, le dijo el investigador del Instituto Meteorológico de Costa Rica a la prensa. Otros expertos culpan a la deforestación.