Nuestro colaborador y organizador del día de Acción Climática del año pasado en Madrid, GLOBALIZATE, publica en su blog un artículo de Bill McKibben que salió el 18 de Agosto en The Guardian.
¡Gracias a Victor García por la traducción del artículo!
El mundo está experimentando las temperaturas más calurosas desde que hay registros, pero los políticos no responden. Necesitan una llamada de aviso.
Bill McKibben en The Guardian (29/08/10)
Hemos tenido tantos registros de calor en todo el mundo últimamente, que los registros están batiendo récords: 17 naciones han alcanzado nuevas cimas de temperatura, lo que es un récord de récords en un año en el que Pakistán alcanzó (129º F) 54º C, también un nuevo récord para toda Asia. Moscú nunca había alcanzado antes los 100º F (38º C), pero últimamente el día que queda por debajo es un día raro.
Ahora los científicos han confirmado lo que es realmente evidente: el mundo entero ha pasado por los seis meses más calurosos, el año más caluroso y la década más calurosa que se haya registrado. Tras el mes de junio más caluroso conocido, AccuWeather.com dijo ayer que julio había sido el segundo julio más caluroso de los registrados… y el mayor si se tienen en cuenta solo las temperaturas de tierra.
Por si acaso algunos piensan que esto son abstracciones, esto es lo que significan en la práctica, porque cuando el aire más caliente retiene más vapor de agua que el frío, aumentan las. Por eso Pakistán ha visto la peor inundación de su historia. Y como el calor ha reducido los cultivos de cereales, Rusia ha dejado de exportarlos y los precios suben. ¿Y Groenlandia? Imaginamos qué ha pasado: el calor funde el hielo.
De hecho, lo único que este verano brutal desafía el sentido común es la escasa reacción política que se ha producido. El proceso de la ONU prosigue su paseo tras Copenhague: incluso muchas ONG siguen por pura necesidad la costumbre de apoyar los viejos objetivos, como el de limitar el nivel de CO2 a 450 partes por millón (ppm) y un incremento de temperatura de 2º C. ¿Por qué? Si con los actuales 390 ppm se funde el Ártico, ¿Quién quiere poner como objetivo los 450? En Washington, entretanto, el Congreso y la Casa Blanca han decidido que no hay ninguna urgencia: dejan que la tibia y domesticada factura del clima muera sin haber promovido un voto.
Por eso, lo que necesitamos es un movimiento. Uno realmente grande, en todo el mundo. En este momento las compañías energéticas ganan, y ganan con facilidad. Como son el negocio con más beneficios que ha conocido el mundo, tienen una gran influencia. Y como lo único que necesitan es retrasar las cosas, ni siquiera apenas son molestadas por los medioambientalistas.
Pero esto no es ya una batalla por el medio ambiente. Lo que demuestra este verano, si le preocupa el desarrollo, es que el cambio climático es el problema nº 1 (¿cuánto desarrollo se va a producir en Pakistán, ahora que sus puentes han desaparecido?). Si le preocupa la guerra y la paz, el cambio climático es el problema nº 1 (Cuando Rusia deje de enviar cereales a Egipto y Nigeria, y cuando los precios empiecen a subir, ¿dónde cree que nos llevará eso?). Si está preocupado por el futuro, el cambio climático es el problema nº 1: porque este verano es una pequeña muestra de lo que será el futuro. Hasta ahora, la temperatura de la Tierra apenas ha subido un grado, pero esa subida ha causado todo lo que estamos viendo. Pero los climatólogos nos aseguran que habrá cuatro o cinco grados más a finales de siglo a menos que actuemos con increíble velocidad para terminar con la era de los combustibles fósiles.
No es imposible crear un movimiento. Veamos los grandes ejemplos del Reino Unido, donde el grupo contra la expansión de la aviación Plane Stupid ha llevado una oleada sobre Heathrow (o donde la campaña climática 10:10 ha puesto Tottenham Hotspur del lado verde). Veamos lo que en 350.org conseguimos el último octubre, cuando se hicieron 5.200 manifestaciones simultáneas en 181 países por el objetivo de un nivel de carbono de 350 ppm. Personas de todas partes pueden entender la ciencia: vivimos en ella cada vez más.
Este otoño, las grandes fechas incluyen el 10 de octubre, cuando grupos medioambientalistas de todo el mundo colaborarán por un Global Work Party, pensado no solo para poner muchos paneles solares, sino también para enviar un mensaje de fuerza a nuestros líderes: nos estamos poniendo a trabajar, ¿y vosotros?
Los movimientos no consisten solo en una serie de eventos. Necesitan continuidad, crecimiento: necesitan sugerir mediante la ciencia y el arte que el mundo nuevo es posible. Me sorprendería que por estas fechas, el año próximo la desobediencia civil no se hubiera extendido por el globo. Espero que el próximo verano este nuevo movimiento esté haciendo crecer la temperatura.
• Bill McKibben es profesor residente del Middlebury College, fundador de 350.org, y autor del reciente libro Earth: Making a Life on a Tough New Planet.
Artículo original:
https://www.guardian.co.uk/environment/cif-green/2010/aug/18/extreme-weather-climate-debate
Traducido por Víctor García para Globalízate