20 marzo, 2020

350.org exige una investigación seria del asesinato de Defensor Climático de la Bahía de Guanabara, Brasil

El pescador Anísio Souza, defensor de la conservación marina y los derechos de las comunidades de pescadores en Rio de Janeiro, fue asesinado a tiros menos de una semana después de un ataque a otro líder de la región

Rio de Janeiro – 350.org, la organización global por justicia climática y transición a un mundo libre de los combustibles fósiles, expresó su solidaridad con la familia y los amigos del pescador artesanal Anísio Souza, asesinado la noche del jueves 12 de marzo en Magé, y exigió a las autoridades del estado de Rio de Janeiro una investigación rigurosa y lo más ágil posible sobre los autores y las causas de esta ejecución.

Souza era miembro de la Asociación de Hombres y Mujeres del Mar de la Bahía de Guanabara (Ahomar) y activista en pro de la conservación marina y los derechos de las comunidades pesqueras de Rio de Janeiro. En más de 20 años de trabajo, denunció la contaminación causada por las terminales de petróleo y gas instaladas en la región de Magé y las restricciones impuestas por agentes públicos y privados a los derechos de los pescadores artesanales para ejercer su actividad.

Testigos del asesinato cuentan que Souza fue abordado en la puerta de su casa, cuando regresó del trabajo, por hombres encapuchados. Salieron de un vehículo Onix plateado y dispararon varias veces al pescador, quien iba acompañado de su hijo de seis años.

La ejecución se produjo cinco días después de que otro miembro de Ahomar, Edilson Aderaldo Marques Filho, recibiera un disparo de balas de goma disparado por patrullas de la Marina. Marques Filho pescaba en un tramo de la Bahía de Guanabara cercano a una zona de uso restringido de la propia Marina y de terminales de gas de empresas privadas. Sufrió heridas en la cabeza y puede perder parte de su vista.

Estos dos episodios de violencia engrosan una extensa lista de amenazas, agresiones y asesinatos contra miembros de Ahomar y pescadores de la Baixada Fluminense en los últimos 20 años. Al posicionarse como defensores del clima y la vida marina, los pescadores artesanales de la región se han convertido en un grupo vulnerable a los ataques de las fuerzas de seguridad privadas y los agentes públicos.

Miembros de la asociación ya han denunciado casos históricos de contaminación de la Bahía de Guanabara, como la ruptura de un oleoducto que unía la Refinería Duque de Caxias (Reduc) con la Terminal de la Ilha d’Água, en el año 2000. El derrame causó una mancha de 1,3 millón de litros de combustóleo que destruyó los manglares e invadió la Zona de Protección Ambiental de Guapimirim.

Más recientemente, los miembros de Ahomar también comenzaron a participar en acciones para poner fin a la exploración de combustibles fósiles en las regiones costeras, como la protesta contra la subasta de bloques de petróleo que amenazaba al Parque Nacional Marino de Abrolhos en 2019. En esta acción, Ahomar colaboró con 350.org y otras organizaciones.

En más de dos décadas de acción, el presidente de Ahomar, Alexandre Souza, hermano de Anisio, sufrió varias amenazas y debió ser incluido en el programa del gobierno federal brasileño para proteger a los defensores de los derechos humanos. Al menos un miembro más de la organización ha sido incluido en el mismo programa. Dos miembros del grupo ya han sido asesinados.

En este contexto, es aún más importante que el gobierno de Río de Janeiro investigue la muerte de Anísio Souza con toda seriedad y se ocupe de la seguridad de las familias de los pescadores de la región. Es urgente garantizar los derechos a la vida, a la libre expresión, al trabajo y a la ciudadanía de todas las personas que luchan por proteger la naturaleza y sus comunidades de los efectos nocivos de la industria fósil.

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Peri Dias
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