13 noviembre, 2021

El poder de la gente hará lo que los contaminadores históricos evitan hacer

Glasgow — Tras décadas de presión y liderazgo por parte de grupos de la sociedad civil y comunidades más vulnerables la crisis climática, y tras los llamamientos de instituciones tan relevantes como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el IPCC, por primera vez en la historia se ha reconocido en las negociaciones del clima la necesidad de poner fin a los combustibles fósiles.

El Acuerdo de Glasgow “insta a las Partes” a acelerar la transición hacia sistemas energéticos bajos en emisiones, incluyendo iniciativas para reducir gradualmente la generación por carbón y los subsidios “ineficientes” a los combustibles fósiles. Para los y las activistas este es un paso importante, pero en absoluto suficiente.

Hace seis años, la comunidad internacional se comprometió a limitar el calentamiento global “muy por debajo de 2ºC” y lo más cerca posible de 1,5ºC sobre niveles preindustriales. Desde entonces, el ciclo de sequías, incendios, inundaciones, olas de calor y tormentas les ha recordado constantemente que un mundo con un calentamiento de 1,2ºC ya está afectando las vidas de cientos de millones de personas. Y sin embargo, una vez más, el movimiento por la justicia climática denuncia que los contaminadores históricos, responsables de la crisis climática, se niegan a asumir el liderazgo de la acción climática.

Joseph Sikulu, Director Gerente para el Pacífico de 350.org

“Se ha considerado a la COP26 como la COP más exclusivista de todos los tiempos, y aún así hemos hecho que se escuchen nuestras voces. Nosotros y nosotras, la sociedad civil, junto con nuestros equipos de negociación de las islas del Pacífico y otros estados vulnerables, estamos resistiendo dentro de las negociaciones. Los lobbies de los combustibles fósiles y la falta de liderazgo por parte de los contaminadores históricos son las principales razones por las que no vemos todavía los miles de millones que necesitamos para adaptarnos al cambio climático – ni los fondos necesarios para pagar lo que ya se ha perdido. Ya nos lo ponen difícil cuando el gobierno del Reino Unido hace que acudir a las negociaciones del clima sea casi imposible y peligroso para la sociedad civil, pero el objetivo de 1,5ºC no es opcional. Es una necesidad absoluta, y es el horizonte que debería guiar cada una de las decisiones tomadas por cada una de las instituciones internacionales, cada país y cada autoridad local”.

Cansin Leylim, Directora Asociada de Campañas Globales de 350.org

“La mención a los combustibles fósiles que se hace en el acuerdo de Glasgow es el resultado de décadas de organización y activismo – y a pesar de los esfuerzos de los lobbies de los combustibles fósiles. Las cosas están empezando a avanzar en la dirección correcta, pero tenemos que acelerar. Para hacerlo, los lobbies de los combustibles fósiles deben ser excluidos de las negociaciones climáticas de la ONU: contaminadores fuera, gente dentro. Así es como las COP deberían organizarse. Tenemos que presionar para desmontar todas las falsas soluciones: los buffers, los créditos, las compensaciones, y todos los vacíos legales que se han introducido en estas decisiones. Tenemos que seguir presionando para que se adopte la ambición que dicta la ciencia. El desafío está ahora en asegurarnos de que estos compromisos se implementen más rápido y a mayor escala. Hoy, al igual que en las últimas décadas, el verdadero liderazgo lo ostenta el movimiento climático”.

Namrata Chowdhary, Directora de Participación Pública de 350.org

“Se han anunciado decisiones significativas en esta COP – sobre la eliminación del carbón, sobre los subsidios a los combustibles fósiles, así como sobre la reducción del petróleo y el gas. Por primera vez en 27 años de negociaciones, el acuerdo final de la COP incluso menciona los combustibles fósiles. Es un paso minúsculo, pero importante. Hay esperanza, y la esperanza está en la gente, en el movimiento climático. El viernes, el poder de la gente brilló en la COP26: el Plenario Popular ha demostrado lo vivo, fuerte, diverso y a la vez unido que es el movimiento climático. La COP26 ha fracasado a la hora de presentar un acuerdo ambicioso, pero estamos convencidos de que nosotros y nosotras, la gente, ya hemos activado el cambio que necesitamos. Las COP ocupan tan solo dos de las 52 semanas del año. Las otras 50 van sobre acción, y empiezan hoy. Nosotros y nosotras, el movimiento por la justicia climática, nos comprometemos a practicar lo que predicamos. Somos la única opción que mantiene vivo el objetivo de 1,5ºC”.

Ilan Zugman, Director Gerente para América Latina de 350.org

“La COP26 ha confirmado la fuerza de la sociedad civil y la falta de voluntad política de muchos de los países más ricos para contribuir de verdad a la justicia climática. Además de la histórica mención a la limitación de los combustibles, el movimiento climático consiguió que se pusiera el foco de las discusiones globales sobre peticiones relacionadas con los mecanismos de Pérdidas y Daños y la financiación para la adaptación climática en países pobres. Sin embargo, los gobiernos no avanzaron tanto como deberían en estos aspectos, y han llegado a incluir puntos potencialmente peligrosos en el asunto de los mercados de carbono, que podrían acabar agravando la situación de los pueblos indígenas. Las comunidades que están entre las más afectadas por la crisis del clima y que menos han contribuido al calentamiento global serán, una vez más, las que sigan luchando por una transición justa a nivel global”.