Después de la ley definitiva en el vecino estado de Paraná, un proyecto de ley que prohíbe la exploración en el estado de Santa Catarina fue aprobado por la Asamblea Legislativa y está siendo analizado por el Gobernador
Después de varias movilizaciones, que se llevaron a cabo en más de 48 municipios, la prohibición de la exploración de petróleo y gas de esquisto en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, puede ser una realidad. El martes por la noche (16), el proyecto de ley No. 145/2019 fue aprobado en la Asamblea Legislativa de Santa Catarina (Alesc), elaborado por el diputado Valdir Cobalchini, que garantiza la prohibición en todo el territorio de Santa Catarina. Así, más de 7 millones de personas que viven en el quinto estado más rico de Brasil pueden mantener sus actividades en la agricultura, industria, turismo y la pesca sin los grandes impactos generados por las prácticas. El siguiente paso es el análisis del texto por parte del Gobernador, Carlos Moisés, para su posterior sanción del gobierno.
“Desde 2016, nosotros en Instituto Internacional Arayara, COESUS y 350.org Brasil hemos trabajado conjuntamente con comunidades, agricultores, técnicos, organizaciones, asociaciones y voluntarios para luchar contra la minería de esquisto bituminoso y de fracking en el estado de Santa Catarina, movilizando en conjunto a más de 50 municipios del estado de Santa Catarina. Durante este período, quiero destacar la participación de la Asociación de Municipios del Alto Valle del Itajaí (AMAVI) y Cáritas de Santa Catarina, que nos ha apoyado y ayudado a movilizar a más de 28 municipios contra el fraccionamiento desde el principio. En Papanduva, tenemos la Asociación de Protección de la Cuenca de los Ríos São João y Papanduva (PRORIOS) y movilizamos 15 municipios más. En otras palabras, la aprobación es una gran victoria para un inmenso trabajo en equipo, que hoy puede salvar al pueblo de Santa Catarina de este desastre”, celebra el director asociado de Campañas y Movilizaciones de 350.org América Latina y director fundador de COESUS, Juliano Bueno de Araújo.
Luciano Augusto Henning, investigador del Proyecto Red Serra Geral Guaraní y voluntario del COESUS, destaca la importancia de prohibir la extracción, ya que las técnicas podrían contaminar los acuíferos Guaraní y Serra Geral, y también traerían muchos otros problemas, como la cuestión territorial.
“La extracción de petróleo y gas de esquisto bituminoso sería una actividad que competiría y perjudicaría enormemente a la agricultura del estado de Santa Catarina, que hoy ya está bien establecida económicamente”, afirma Henning.
Cobalchini, autor adjunto del proyecto, confía en la sanción del gobierno, “liberando el territorio de Santa Catarina de este mal que la amenazaba”. “Además de los daños al medio ambiente, la producción de los miles de agricultores se vería comprometida, lo que les provocaría la pérdida de sus propiedades, dejando la tierra inadecuada para la siembra y también sufriendo graves restricciones fitosanitarias sobre sus productos. Esperamos que, al igual que en el estado de Paraná, esta ley sea sancionada”, agrega.
El diputado Fabiano da Luz, proponente de la audiencia pública que se realizó en junio en el municipio de Papanduva, en el estado de Santa Catarina, también recordó que las dos técnicas de exploración son extremadamente dañinas y contaminan el suelo, el agua, causan cáncer, siendo trágicas para todo el estado. “La Asamblea Legislativa dio un gran paso con la aprobación de este proyecto, con 31 votos a favor y dos en contra. No queremos que esta sea la realidad del Estado, porque Santa Catarina tiene una riqueza sin igual y ya hemos sido explotados demasiado”, dice Luz.
Comprenda el daño
El esquisto es una de las principales rocas metamórficas de origen sedimentario, resultante de la descomposición de materia mineral y orgánica en el fondo de lagos o mares interiores. Teniendo en cuenta que existen dos tipos de esquisto, bituminoso y pirobituminoso, se aplican dos técnicas para su extracción.
Una de ellas es conocida en Brasil como Petrosix – actualmente aplicada en São Mateus do Sul, estado de Paraná, y en países como Canadá e India –, que consiste en calentar el esquisto bituminoso a altas temperaturas, liberando así un oleo similar al petróleo, junto con residuos que contienen altos niveles de carbono y azufre. Sus principales impactos socio-ambientales incluyen problemas respiratorios y cancerígenos, contaminación del agua, aire y suelo, expropiación de tierras, desertificación, pérdida de biodiversidad y empeoramiento del calentamiento global.
El Fracking, por otro lado, es una tecnología utilizada para extraer el esquisto pirobituminoso – consistente en la perforación profunda del suelo para insertar una tubería a través de la cual se inyectan a alta presión -e incluso radioactiva- de 7 a 30 millones de litros de agua, arena y más de 700 productos químicos tóxicos con potencial carcinogénico para fracturar la roca y luego liberar el gas del esquisto.
La técnica, al igual que Petrosix, también causa innumerables riesgos para la vida, entre ellos la contaminación del agua potable no sólo en la superficie sino también en fuentes subterráneas, la esterilización del suelo, haciéndolo infértil para la agricultura, la contaminación de la producción y haciendo inviables el ganado y el turismo – factores que afectan drásticamente la generación de empleo e ingresos –; daños graves e irreversibles a la salud, como son los respiratorios, cardíacos, neurológicos, oncológicos, malformaciones congénitas, esterilidad en las mujeres, aumento de la mortalidad infantil y perinatal, entre otros.
CONTACTO: Paulinne Giffhorn, coordinadora de comunicaciones del Instituto Internacional Arayara y de COESUS [email protected] / +55 41 99823-1660