24 marzo, 2021

Vaca Muerta expuesta: informe global suena las alarmas de la financiación de los bancos hacia los combustibles fósiles

Las 60 instituciones bancarias más grandes del mundo ya han invertido 3,8 billones de dólares en petróleo, gas y carbón, incluyendo a Vaca Muerta, desde la adopción del Acuerdo de París

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Vaca Muerta, la región argentina de exploración de gas y petróleo vía fracking, ganó un lugar estelar en el informe global más completo sobre el financiamiento de los bancos hacia la industria de los combustibles fósiles.

Publicada este 24 de marzo, la duodécima edición del informe Banking on Climate Chaos 2021 documenta, de forma alarmante, la desconexión actual entre el consenso científico sobre el cambio climático y las prácticas continuas de los bancos más grandes del mundo. Vaca Muerta aparece mencionada como una “bomba de carbono” y uno de los destinos globalmente relevantes de los flujos de recursos para las energías contaminantes, que provocan la crisis climática global y generan daños a las comunidades locales. JPMorgan Chase, Citi, Bank of America, HSBC, y Barclays son mencionados como los bancos que más han aportado, desde la adopción del Acuerdo de París, a la financiación de las casi 40 empresas que promueven el desastre socio ambiental en Vaca Muerta.

El informe de este año amplía su análisis de 35 a 60 respecto a la actuación de los bancos más grandes del mundo y revela que en los cinco años posteriores a la adopción del Acuerdo de París, estos bancos han inyectado más de US$ 3,8 billones a la industria de los combustibles fósiles.

El informe fue elaborado por Rainforest Action Network, BankTrack, Ind Native Environmental Network, Oil Change International, Reclaim Finance y Sierra Club, y cuenta con el respaldo de más de 300 organizaciones de 50 países de todo el mundo, incluyendo a 350.org.

Banking on Climate Chaos 2021 nombra a los mayores financiadores de combustibles fósiles en todo el mundo, con JPMorgan Chase a la cabeza, RBC siendo el mayor inversor en Canadá, Barclays en Reino Unido, BNP Paribas en la Unión Europea, MUFG en Japón y el Banco de China en su país respectivo. También concluye que la financiación de combustibles fósiles fue mayor en 2020 que en 2016, una tendencia que se opone directamente al objetivo declarado del Acuerdo de reducir rápidamente las emisiones de carbono con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C.

El documento demuestra que, incluso en medio de una recesión económica inducida por una pandemia que resultó en una reducción generalizada del financiamiento de combustibles fósiles de aproximadamente el 9%, los 60 bancos más grandes del mundo aumentaron su financiamiento en 2020 a las 100 empresas más responsables de la expansión de los combustibles fósiles en más del 10%. Estos bancos llevan invertidos casi US$ 1.5 billones en los últimos 5 años en las 100 compañías que lideran la expansión de la industria. Esto incluye empresas detrás de proyectos muy controvertidos como el oleoducto de arenas bituminosas de la Línea 3, en los Estados Unidos, y la expansión del fracking cerca de las tierras de las comunidades indígenas Mapuche en la Patagonia argentina.

Los “peores” del mundo

Los bancos con sede en EE. UU. continuaron siendo durante 2020 los que impulsaron en mayor medida las emisiones en el mundo, y JP Morgan Chase se mantuvo como mayor banco financiador de la exploración y explotación de fósiles a nivel global.

Este último se comprometió recientemente a alinear su financiamiento con el Acuerdo de París. Sin embargo, continúa financiando sin restricciones a la industria de hidrocarburos. Desde 2016 hasta 2020, las actividades de préstamos y suscripciones de Chase han proporcionado casi US$ 317 mil millones a los combustibles fósiles, un 33% más que Citi, el banco en segundo lugar en el ranking durante el mismo período.

Los 10 bancos que lideraron en ese período la financiación de energía del carbón desde la adopción del Acuerdo de París fueron todos chinos, encabezados por el Banco de China (el mayor banco del mundo), el ICBC (Banco Industrial y Comercial de China) y el China CITIC Bank.

El financiamiento general de los bancos mencionados en el informe hacia las 30 mayores empresas de energía de carbón en 2020 cayó un 9% desde 2019, pero se mantiene en un nivel altísimo de US$ 39 mil millones.

El sector del petróleo y el gas en el que los bancos han logrado más avances políticos fue en el Ártico, al restringir el financiamiento directo para proyectos en la región. Sin embargo, JP Morgan Chase, ICBC, China Minsheng Bank y Barclays siguen siendo los mayores financiadores de empresas con importantes operaciones en el Ártico desde la adopción del Acuerdo de París.

“Ante la perspectiva de una recesión mundial, la inversión en infraestructuras eléctricas de carbón será aún más arriesgada para los países prestatarios y los prestamistas. La transición mundial hacia un futuro con bajas emisiones de carbono ya está en marcha y el abandono total del carbón es una oportunidad para un nuevo paradigma económico de prosperidad y equidad. La continua expansión de los combustibles fósiles solo sirve para obstaculizar una transición inevitable, al tiempo que exacerba los conflictos, amenaza la biodiversidad, el agua y el aire limpios, y vulnera los derechos de los pueblos indígenas y las naciones y comunidades afectadas. Solo podremos lograr esta transición con el apoyo y el respaldo de las principales partes interesadas en todos los ámbitos, y los bancos estatales como el ICBC desempeñan un papel fundamental en este camino”, dijo Yossi Cadan, Gerente de Campañas de Financiación Global en 350.org.

El informe también examina los compromisos existentes de política climática por parte de los bancos y los encuentra extremadamente insuficientes y fuera de alineación con los objetivos del Acuerdo de París en todos los ámbitos.

Las políticas bancarias recientes con más alto perfil se centran en el distante y mal definido objetivo de lograr “cero neto para 2050” (en lo que se refiere a las emisiones), o en restringir el financiamiento de combustibles fósiles no convencionales. En general, las políticas bancarias existentes son más fuertes con respecto a las restricciones para el financiamiento directo a proyectos de exploración y explotación. Y, sin embargo, este tipo de financiamiento representó solo el 5% del financiamiento total de combustibles fósiles analizado en este informe.

Las organizaciones que produjeron este informe se encuentran unidas en su exigencia de que el respeto hacia los derechos indígenas, incluido el derecho al consentimiento libre, previo e informado, y los Derechos Humanos en general, sea un requisito no negociable para todas las decisiones de financiamiento bancario.

Citas sobre el reporte

Ginger Cassady – Directora Ejecutiva en Rainforest Action Network

“La caída sin precedentes debido al COVID-19 del financiamiento global para los combustibles fósiles ofrece a los bancos más grandes del mundo una elección difícil de postergarse hacia el futuro: pueden optar por bloquear la trayectoria descendente del apoyo a la industria primaria que impulsa la crisis climática o pueden volver imprudentemente a la normalidad a medida que la economía se recupera. Los bancos con sede en Estados Unidos siguen siendo los peores financiadores de combustibles fósiles por un amplio margen. De cara a la Cumbre Climática de Glasgow a finales de este año, lo que está en juego no podría ser más importante. Wall Street debe actuar ahora para dejar de financiar la expansión de los fósiles y comprometerse a lograr el cero fósil, a fin de alinear sus prácticas de financiamiento con verdaderamente evitar que nuestro planeta se caliente más de 1,5°C”.

Tom Goldtooth – Director Ejecutivo en Red Ambiental Indígena

“Debemos entender que al financiar la expansión del petróleo y el gas, los principales bancos del mundo tienen sangre en las manos y ninguna cantidad de lavado verde, mercados de carbono, soluciones tecnológicas no probadas o compromisos netos cero pueden absolver sus crímenes contra la humanidad y Madre Tierra. Las tierras indígenas en todo el mundo están siendo saqueadas, nuestros derechos inherentes están siendo violados y el valor de nuestras vidas se ha reducido a nada ante la expansión de los combustibles fósiles. Por el carácter sagrado y la integridad territorial de la Madre Tierra, estos bancos deben ser responsables de cubrir el costo de su destrucción”.

Lucie Pinson – Fundadora y Directora Ejecutiva en Reclaim Finance

“Estas cifras ponen de manifiesto la vacuidad de los compromisos de los bancos, que se multiplican sin cesar, al pronunciarse como netos o alineados con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Un ejemplo perfecto lo encontramos en Francia. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, es un aficionado a llamar a París la capital de las finanzas verdes, pero estos datos la exponen como la capital de la hipocresía climática en 2020, con cuatro bancos inescrupulosos que convierten a Francia en el mayor patrocinador europeo del petróleo, el gas y el carbón. BNP Paribas merece ser señalado como el cuarto mayor financiador fósil del mundo en 2020, habiendo canalizado préstamos multimillonarios a gigantes del petróleo como BP y Total. No obstante, está claro que todos los bancos deben sustituir sus promesas vacías por políticas realmente significativas que promuevan una tolerancia cero con los promotores de combustibles fósiles”.

Ben Cushing – Director de Campañas de Promoción financiera en Sierra Club

“Muchos de los bancos más grandes del mundo, incluidos los seis principales bancos de los Estados Unidos, se han comprometido en los últimos meses a reducir a cero el impacto climático de su financiación durante los próximos 30 años. Pero lo que más importa es lo que están haciendo ahora: los números no mienten. Este informe separa las palabras de las acciones y el panorama que presenta es alarmante: los principales bancos del mundo, encabezados por los bancos estadounidenses en particular, están alimentando el caos climático al inyectar billones de dólares en los combustibles fósiles que causan la crisis. Los grandes bancos no merecen una palmada en la espalda si sus promesas de 2050 no se combinan con acciones significativas durante el 2021 para recortar el financiamiento fósil”.

Johan Frijns – Director en BankTrack

“A medida que se acerca la fecha de la -crucial- Cumbre Climática de Glasgow -y Dios no permita que la crisis global del COVID-19 impida que el mundo se reúna para abordar esta otra crisis existencial mucho mayor que es el cambio climático-, estamos siendo testigos de cómo un banco tras otro hace la promesa solemne de convertirse en “cero neto para 2050″. No existe camino posible hacia este objetivo vital -que debemos alcanzar en nada menos que una generación- que no requiera ocuparse del financiamiento de los bancos hacia la industria de los combustibles fósiles en este preciso momento. Sin embargo, muchas de las promesas actuales carecen precisamente de eso: un compromiso firme de comenzar a romper los lazos con todas las compañías de carbón, petróleo y gas que planean continuar con sus actividades de destrucción del clima en los próximos años”.

Lorne Stockman, Analista de Investigación Senior en Oil Change International

“El informe sirve para dar cuenta de la realidad de los bancos que creen que esos objetivos vagos de ‘cero neto’ son suficientes para detener la crisis climática. Nuestro futuro va hacia donde fluye el dinero, y en 2020 estos bancos han invertido miles de millones en encerrarnos en un caos climático mayor. Los bancos deben centrarse en la reducción de la producción de combustibles fósiles ahora mismo, en lugar de plantearse objetivos lejanos e insuficientes en un futuro remoto. No podemos seguir con las medias tintas”.

Nota sobre la metodología utilizada:

Este informe incluye los préstamos bancarios y la suscripción de emisiones de deuda y acciones según la metodología de crédito de la liga de Bloomberg (que divide el crédito entre los bancos que lideran una transacción) a las empresas con cualquier actividad declarada de combustibles fósiles según Bloomberg Finance L.P. y Global Coal Exit . El crédito de la liga asignado a un banco para una determinada transacción se ajusta mediante una aproximación a la intensidad de los combustibles fósiles del prestatario o emisor concreto. Los resultados del borrador del informe se comparten con los bancos con antelación, y se les da la oportunidad de comentar las evaluaciones de financiación y política.

Contacto para periodistas

Peri Dias
Comunicación de 350.org en América Latina
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