En vísperas de las dos rondas de licitaciones para las concesiones de extracción de petróleo y gas en las cuencas de Santos y Campos, programadas para hoy y mañana por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), ayer fue presentada una carta dirigida a Decio Oddone, presidente de la agencia, en el Ministerio de Minas y Energía (MME). El documento reclama la cancelación de la megasubasta para la exploración de presal, repartida entre la Ronda de Licitaciones del Excedente de la Cesión Onerosa (link en portugués) y la 6ª Ronda de Reparto de la Producción de Presal (link en portugués). La entrega formal con la exigencia sucedió en Río de Janeiro y fue precedida por una manifestación pacífica en la región de Candelária, cerca de la sede de la ANP.

Acción pacífica en contra de la subasta de la exploración de bloques de presal

Imagen: Arayara

El documento, que enfatiza la emergencia climática, está firmado por 350.org, el Sindicato Pescadores Profesionales y Artesanales del Estado de Río de Janeiro (SindPesca-RJ), el Foro Nacional de Presidentes del Consejo Municipal de Salud Indígena (CONDISI) y por la Asociación de Hombres y Mujeres del Mar de la Bahía de Guanabara (AHOMAR). La carta también cuenta con el apoyo de Arayara y por la Coalición Latinoamericana contra el Fracking (COESUS). Al mismo tiempo, la petición “Queremos un mar sin petróleo” todavía está activa, lo que refuerza la demanda en la agenda mediática con los hashtags #LeilãoFóssilNão (#NoMásSubastaDeFósiles) y #MarSemPetróleo (#UnMarSinPetróleo).

El día 5, luego de la movilización, también fue presentada la petición “Salvemos Abrolhos” (link en portugués) ante la ANP, que reunió más de 50 mil firmas y fue elaborada por 350.org Brasil (ver también: Victoria conservacionista: el Parque Nacional Marino de Abrolhos está protegido -por ahora-). Un peligro que rodea a esta unidad de conservación estratégica del Atlántico Sur es la posibilidad de que la extracción de petróleo en bloques dentro de la zona sea ofrecida en subasta permanente por la ANP. A este problema, se suman también los efectos del derrame de petróleo en la costa nordeste, que aún se encuentra bajo investigación y que recientemente afectó al parque nacional marino.

En este contexto, Nicole Figueiredo de Oliveira, directora de 350.org América Latina, destacó su preocupación por la situación que afecta en especial a las comunidades pesqueras, los pueblos tradicionales e indígenas y el turismo. “Exigimos cancelar las subastas del 6 y el 7, así como la modalidad de subasta permanente que prevé la oferta de los bloques Camamu-Almada y Jacuípe en la región del Parque Nacional Marino de Abrolhos”, afirmó.

 

 

“Este no es el momento de negociar la exploración de bloques petroleros: el derrame de petróleo que ha estado golpeando la costa noreste durante los últimos dos meses se está acercando cada vez más al sureste. Los pescadores tenemos miedo del petróleo que está llegando a la costa, sin un esclarecimiento definitivo por parte del Gobierno Federal. Con la subasta, nuestra preocupación se multiplica”, dijo el pescador Alexandre Anderson de Souza, presidente de Ahomar.

Según Anderson de Souza, lo que está en juego es la supervivencia de los pescadores artesanales. “No hemos sido consultados en todo este proceso de exploración petrolera desarrollado principalmente por empresas del exterior. Aquí en Río de Janeiro, por ejemplo, somos más de 70.000 familias de pescadores artesanales e indirectos las que trabajamos en restaurantes y pescaderías que dependen del segmento. Si el derrame llegara hasta aquí, con la velocidad con la que se ha estado moviendo por la costa, podríamos tener problemas con el pescado e incluso podría llegar al mercado de São Paulo”, explica.

Maicon Alexandre Rodrigues Carvalho, presidente interino de SindPesca-RJ, adviertió sobre el peligro de comprometer la pesca. “Así como están las cosas, nuestros hijos no podrán ser pescadores. De hecho, hasta el momento no conocemos la causa del derrame ni tampoco quién tiene la culpa. Por el tiempo que pasó desde que sucedió la fuga, ya debería haberse solucionado. Nuestra preocupación es que la mancha negra llegue también a Río de Janeiro. Cuando el seguro que nos ofrecieron se termine, ¿cuál será nuestra situación? En estas licitaciones, ¿será el sector petrolero el que tome nuestro lugar?”.

Ambos pescadores artesanales refuerzan la idea de que el derrame en la costa nordeste brasileña se convirtió en el peor del país, después del ocurrido en enero de 2000 en la Bahía de Guanabara por un oleoducto defectuoso, que arrojó 1,5 millones de litros al agua. “El incidente llegó a siete municipios y un área de protección ambiental. Desde entonces no hubo compensación para los afectados. Ahora la historia se repite”, dijo Carvalho.

Acción no violenta de 350.org, Arayara y COESUS

Imagen: Arayara

Según Leonardo Pataxó Muniz, de la región de Paraty (Río de Janeiro), también existen muchas familias indígenas en Porto Seguro, Bahía, que dependen de la pesca, así como de su aldea. 62 personas y sus familiares están afectados por el derrame de petróleo. “Nuestra preocupación es con la naturaleza. Nos manifestamos por una causa justa que podría afectar a toda la sociedad. Con el aumento de la exploración petrolera, es posible que la situación empeore mucho más”, dijo Pataxó Muniz durante la movilización de ayer.

“Se trata de un conjunto de violaciones: a la naturaleza, a los seres humanos y a los animales”. Así es como la Hermana Mectildes Cury de la Congregación Benedictina definió la inversión en combustibles fósiles, al interesarse por la movilización. “Desafortunadamente, a la humanidad le falta tomar consciencia. Las autoridades no se preocupan por prevenir y, de esta manera, perjudican a la Tierra. Este es el momento para que todos se movilicen por la vida, sin importar el credo o los liderazgos. De lo contrario, ¿qué será de nosotros, los seres humanos?”.

Igor Fletcher, estudiante de geografía y pasante del área ambiental en Niteroi, RJ, dijo que “es preciso que haya más inversiones en el área de energía limpia. Estas licitaciones van justamente en el sentido contrario. Hay una falta de iniciativa de la gestión pública para promover una energía baja en carbono”, considera.

Aquí la carta y los motivos dados para el reclamo:

 

Su Excelencia, señor Presidente de la ANP,
Décio Oddone

CAMBIOS CLIMÁTICOS

El mundo está experimentando una drástica aceleración del cambio climático, colocando a todos los continentes en un estado de emergencia y alerta permanentes. En todo el planeta se han planificado y ejecutado acciones para controlar las emisiones de CO2 (dióxido de carbono). Contrariamente a lo que sugieren las investigaciones, los estudios y los países que forman parte del Acuerdo de París y se han comprometido a una reducción significativa de las emisiones de CO2, la exploración de los 15 mil millones de barriles de petróleo previstos por la ANP generará la emisión de 8,7 mil millones de toneladas de este gas. Recuerde que la emisión incontrolada de dióxido de carbono es la principal responsable de la crisis climática y de todos sus problemas. Para que tenga una noción de números, todos los sectores de Brasil emitieron, en su conjunto, durante el año 2018 unos 1.900 millones de CO2.

Cabe mencionar que el cambio climático afecta, de forma aún más agresiva, a los residentes de las costas debido al aumento del nivel del mar, las tormentas y las sequías intensas.

EL PETRÓLEO TOMA Y DESTRUYE LA COSTA NORDESTE

En los últimos sesenta días, Brasil ha sufrido uno de los mayores y más graves desastres ambientales de nuestra historia: al menos 314 playas han sido afectadas por derrames de petróleo cuyo origen aún se desconoce. Hay 110 municipios afectados, nueve estados y más de 2.000 kilómetros de daños.

Detrás de estas cifras hay decenas de miles de vidas sacudidas económica y socialmente: pescadores artesanales, recolectores de mariscos, mangabas y cangrejos, quilombolas, campesinos indígenas y demás pueblos de la región que dependen de los ecosistemas afectados por el petróleo, como ríos, estuarios, manglares y demás áreas sensibles. Los pueblos tradicionales, que viven con su propio estilo de vida, sufren los impactos más graves e inmediatos ya que influyen directamente sobre su propia subsistencia e identidad.

Todos ellos siguen esperando, aunque hayan pasado más de sesenta días desde el inicio de la catástrofe, el apoyo de las autoridades públicas. Se sienten abandonados, y de hecho, lo están, como consecuencia de la explotación del petróleo.

Esto sin mencionar los impactos en el turismo de las pequeñas comunidades y las grandes ciudades.

El gravísimo episodio del derrame de petróleo produce a diario un daño socioambiental que va en aumento y que, según los expertos, durará décadas en virtud de sus significativos impactos.

La situación se ve agudizada por el hecho de que no se ha implementado aún un plan eficaz de contención y contingencia. Además de ello, el Comité que se ocupaba de este trabajo fue desarticulado por el gobierno actual y, lo que es peor, el Plan Nacional de Contingencias tampoco especifica el origen de los recursos que se utilizarán en casos como el que hemos vivido. El riesgo aumenta drásticamente ante estos escenarios de caos.

Todavía no sabemos ni el origen ni la cantidad total de petróleo derramado. ¿Cómo podemos, entonces, creer que las autoridades públicas actuarán con la eficacia que se necesita ante los posibles accidentes en las cuencas pre-salinas?

El retraso en la respuesta del gobierno a la gravísima catástrofe del derrame de hidrocarburos impidió acciones simples como: “costear las operaciones de limpieza y las medidas preventivas”, “compensar los daños materiales”, “recomponer las pérdidas económicas de los pescadores y otras personas dedicadas a la maricultura (pescadores artesanales, mariscadores, recolectores de cangrejos autóctonos, etc.)”, “recomponer las pérdidas económicas en el sector turístico” y “costear las medidas de restauración del medio ambiente”. El valor de estos trabajos de emergencia en Alagoas, Bahia, Ceará, Maranhão, Paraíba, Pernambuco, Piauí, Rio Grande do Norte y Sergipe superan ya los 3 mil millones de reales. Pero nadie ha pagado esta cuenta hasta ahora. Cada día que pasa, la deuda aumenta y el daño se prolonga.

Con la inminente megasubasta del petróleo en el presal, Brasil pretende convertirse en uno de los mayores productores del mundo, superando a China e igualándose con los Emiratos Árabes. Y las consecuencias son enormes, pero no en beneficio del país, los ciudadanos, el medio ambiente y las generaciones futuras. Todo lo contrario. Ya es un hecho que miles de millones de reales están a punto de entrar en las arcas públicas (106,5 mil millones de reales previstos sólo por el acto, como un bono de firma); y otros miles de millones en los próximos años. La Unión, sin embargo, insiste en seguir violando el mandato constitucional de proteger y defender el medio ambiente, “incluso mediante un tratamiento diferenciado en función del impacto ambiental de los productos y servicios de sus procesos de elaboración y suministro” (artículo 170, VI de la Constitución). Y la actividad de exploración petrolera, por definición, guarda un alto grado contaminación real y potencial.

PÉRDIDAS DE BILLONES DE DÓLARES EN FONDOS PÚBLICOS

En cuanto a la megasubasta petrolera del sedimento pre-salino, también es relevante mencionar la manifestación técnica de los especialistas de la Universidad de São Paulo-USP (Instituto de Energía y Medio Ambiente), destacando, entre otros aspectos, que la Unión estaría optando por un modelo capaz de generar pérdidas de 300 mil millones de dólares, lo que corresponde a 1,2 billones de reales, una vez y media la economía recomendada para la reforma del sistema de bienestar.

Otro hecho importante es la exención fiscal concedida a las compañías petroleras por la Ley 13.586/2017. La ley establece que, hasta el año 2040, todo el dinero invertido en la producción de petróleo puede deducirse de la Contribución Social sobre el Beneficio Neto (CSLL) y del Impuesto sobre la Renta de las Personas Jurídicas (IRPJ). El gobierno celebra la recaudación de $106 mil millones de reales en la subasta, pero no anuncia que renunciará a 1,8 billones en exenciones tributarias precisamente cuando el país enfrenta una de las mayores crisis económicas, en la que muchos estados y municipios no pueden ni siquiera pagar en término a los funcionarios públicos, y mucho menos invertir en el desarrollo social, tan necesario en áreas devastadas por la exploración petrolera.

ABROLHOS

Hay, sin duda, un punto a destacar en este escenario que estamos tratando aquí y ese es Abrolhos.

En abril de 2019, el presidente del IBAMA, Eduardo Fortunato Bim, tomó una decisión inusual. Contradijo un informe técnico realizado por un comité especializado que no autorizó la subasta de petróleo junto al Parque Nacional de Abrolhos. La explicación es que, según el Ministerio de Medio Ambiente, la exploración en este lugar es “estratégica”. Bim había recibido una carta directamente de la Secretaría Ejecutiva del Ministerio de Medio Ambiente solicitando a IBAMA que rechazara el informe técnico y adoptara una medida política y de alto riesgo. Previamente, el 18 de marzo, se había emitido un dictamen del IBAMA en el que se rechazaba el bloque cerca de Abrolhos.

El 10 de octubre, cuando la ANP realizó su 16ª Ronda de Licitaciones de Bloques para la Exploración y Producción de Petróleo y Gas Natural, la presión de las ONGs y de la sociedad hizo que las empresas petroleras no se atrevieran a adquirir los derechos para explorar las cuencas Camamu-Almada y Jacuípe, próximas al área de conservación del Santuario de Abrolhos.

Aun así, la ANP incluyó las dos cuencas en la subasta permanente de exploración, ignorando nuevamente las alertas técnicas sobre el impacto ambiental que puede ser generado y el riesgo jurídico presente en el concurso.

Si todo esto no fuera suficiente, el desastre ambiental que afecta a la costa noreste ha llegado hasta Abrolhos. Y las respuestas que recibimos no fueron las adecuadas. ¿Qué pasaría si, en caso de que se exploraran las cuencas cercanas al Santuario, se produjera un accidente?

Con el fin de proteger a Abrolhos, desde abril de 2019 hemos recogido firmas en contra de la exploración petrolera en las regiones cercanas al Parque Nacional Marino. Más de 50.000 personas ya han firmado esta petición. En conjunto, todas las peticiones en favor de esta misma causa iniciadas por varias organizaciones ambientalistas e individuos, ya han recogido más de un millón de firmas.

EN VISTA DEL CONTENIDO ANTERIORMENTE EXPUESTO Y DEL EVIDENTE PELIGRO DE DAÑO, EXIGIMOS:

– La cancelación de la megasubasta de presal (de la Ronda de Licitaciones del Excedente de Cesión Onerosa y la 6ª Ronda de Reparto de la Producción de Presal;

– La retirada de la subasta permanente, con acción inmediata, de las cuencas de Camamu-Almada y Jacuípe (Abrolhos).

Río de Janeiro, 5 de noviembre de 2019

ALEXANDRE ANDERSON DE SOUZA
Presidente de la Asociación Hombres y Mujeres del Mar de la Bahía de Guanabara – AHOMAR

ANDREIA TAKUÁ FERNANDES
Coordinadora del Foro Nacional de Presidentes del Consejo Distrital de Salud Indígena – CONDISI

MAICON ALEXANDRE ROBLE RODRIGUES
Director Vicepresidente de la Unión de Pescadores Profesionales y Artesanales del Estado de Río de Janeiro – SINDPESCA-RJ

NICOLE FIGUEIREDO DE OLIVEIRA
Directora de 350.org América Latina

Coalición Latinoamericana contra el Fracking (COESUS)

Arayara

 

Acerca de 350.org Brasil y la causa climática

350.org es un movimiento global de personas que trabajan para poner fin a la era de los combustibles fósiles y construir un mundo de energía renovable gratuita, dirigida por la comunidad y al alcance de todos. Nuestras acciones buscan inhibir la aceleración del cambio climático por la acción humana, y esto incluye el mantenimiento de los bosques.

Desde su inicio, 350.org ha trabajado en temas de cambio climático y la lucha contra los fósiles con comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales a través del Programa Indígena 350 y ha fortalecido su posición en defensa de las comunidades afectadas a través de la campaña Defensores Climáticos.

 

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Sucena Shkrada Resk — Periodista ambiental, experta en política internacional, medio ambiente y sociedad. Es Digital Organizer de 350.org Brasil

Traducción: Rocío Rodríguez Almaraz