Para alcanzar en nuestro trabajo el éxito que el mundo necesita, creemos que nuestra labor debe basarse en valores que apoyen nuestra estrategia en el largo plazo y a la vez modelen el mundo hacia el que estamos trabajando.
Nuestro trabajo se basa en el cambio que queremos ver, y en cómo podemos contribuir mejor al movimiento en su contexto más amplio, adaptándonos y respondiendo a las realidades cambiantes.
La crisis climática es inmensa – debemos ser osados y valientes para responder a ella. Somos lo suficientemente audaces para asumir riesgos en nuestro trabajo. Somos lo suficientemente audaces como para reconocer nuestros fracasos y lo que aprendemos de ellos, para ayudarnos a ser más estratégicos en el futuro.
Abordamos nuevos experimentos, reconociendo que esta crisis requiere nuevas formas de resolver los problemas.
El cambio climático es injusto – el trabajo que hacemos y las formas en las que lo hacemos reflejan que comprendemos y nos esforzamos por atender esa injusticia.
Somos responsables entre nosotros, ante nuestros miembros y ante aquellos a quienes impacta nuestro trabajo, y honramos las relaciones que construimos a lo largo del camino.
Cuidamos de nosotros y de nuestras comunidades, honramos al otro con el enfoque no violento de nuestro trabajo y compartimos ese espíritu y aprendizaje con otros.
No tenemos todas las respuestas – escuchamos a nuestras comunidades y a nuestros aliados para aprender y evolucionar juntos, y amplificamos aquellas voces que han sido marginadas históricamente.
Para garantizar la integridad de nuestro trabajo, somos transparentes y compartimos conocimientos, a la vez que respetamos el derecho de las personas a la privacidad y tenemos en cuenta las preocupaciones sobre la seguridad.