Desde la Revolución Industrial  a partir de 1775 el hombre cambio sus procesos productivos, pasando de un trabajo manual por uno industrial y manufacturado a gran escala. Esto cambió nuestra organización socioeconómica y cultural, pero es ahora cuando los trastornos y transgresiones en la Naturaleza son palpables.

Según un artículo publicado por la revista Nature, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el del ciclo del nitrógeno son tres procesos que han superado los umbrales definidos, aceptables, por los científicos, pudiendo ocasionar cambios irreversibles en los ecosistemas. En esta artículo, explica: "En el caso del cambio climático, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), se encuentran en 387 partes por millón (ppm), un nivel consi-derado alto por los expertos, quienes recomiendan que el material particulado se ubique en niveles no superiores a 350 ppm. Más allá de ese límite, la existencia de los hielos polares quedaría en entredicho. Asimismo, el equipo advirtió que el calentamiento global producido por el incremento en la concentración de CO2 en la atmósfera se vería potenciado por la destrucción de los hielos y el desplazamiento de los bosques."

Como por ejemplo la destrucción de los hielos y el desplazamiento de los bosques, que ya ponen en peligro las costas continentales y trayendo consigo la desaparición de animales clave en ciertos ecosistemas, que no podrían acomodarse al nuevo escenario.

Por otro lado la fabricación de fertilizantes sintéticos y la agricultura producen al año unos 120 millones de toneladas de nitrógeno molecular. Este material contamina las aguas y se acumula en la atmósfera en la forma de gases como el óxido nitroso, uno de los gases invernadero más peligrosos después del CO2. Pero otras dos variables, la acumulación de aerosoles en la atmósfera y la polución química, aún no han podido ser medidas son conocerse si están dentro de los rangos seguros para el planeta o si ya superaron sus fronteras.

Es importante tomar en cuenta que todo en el mundo se relaciona, por lo que la desaparición de una especie tarde o temprano conllevara a nuestra propia extinción como una especie más de este planeta.