Por Flávia Lima Moreira
Cuando hablamos sobre el cambio climático, a menudo nos parece demasiado alejado de la realidad, ¿no?
Para cambiar esta impresión, Felix Scott, un ejecutivo especializado en la producción de medicamentos, decidió compartir lo que aprendió sobre los impactos del cambio climático en la salud de las personas. En otras palabras, relacionó las consecuencias del cambio climático directamente con la vida de cada individuo que vive en el planeta Tierra.
En un artículo reciente publicado en Estadão, Scott escribió sobre “cómo el desequilibrio ambiental refuerza la aparición de enfermedades, desafía a los sistemas de salud y acelera los índices de mortalidad”. Para él, las miles de muertes causadas por las olas de calor o frío intensos, el aumento de las enfermedades transmitidas por insectos y la aparición del cáncer de piel a medida que se reduce la capa de ozono son cada vez más comunes.
Además, existe lo que él llama “trastornos mentales relacionados con la migración forzada y la ansiedad”. En la práctica: el cambio climático tiene el poder de causar muchos estragos y de matar a miles de personas cada año.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2018, entre el 2030 y el 2050 más de 250.000 personas morirán como consecuencia de los efectos del cambio climático, que se acelera considerablemente debido a las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles.
Según el artículo de Scott, “esa cifra incluye la muerte de 38.000 ancianos que sufrirán de la exposición al calor, 48.000 personas con infecciones intestinales y diarrea, 60.000 con malaria y más de 90.000 niños con desnutrición infantil”.
La malaria, el dengue, la tuberculosis, el asma y algunos desequilibrios en la salud mental son algunas de las enfermedades que serán más afectadas por el cambio climático. Además, también tendrán un gran impacto: alergias respiratorias, enfermedades transmitidas por mosquitos y garrapatas, encefalitis y enfermedades relacionadas con la calidad del agua como el cólera y la criptosporidiosis.
La migración forzosa debida a la crisis climática favorecería las epidemias de enfermedades propagadas por condiciones de higiene precarias en lugares de alta densidad de población. En cuanto a los impactos en la salud mental, Scott se refiere a los generados después de eventos climáticos, como el huracán Katrina, que prácticamente destruyó, en 2005, una gran ciudad como Nueva Orleans.
Es posible que esta lectura trágica resulte demasiado abrumadora para algunos, sin embargo, no deja de ser necesaria porque nos aporta una advertencia fundamental: todavía hay tiempo para actuar, sí, pero necesitamos medidas urgentes. No existe un Planeta B. Sólo tenemos una casa, y se trata de una casa común. O nos ocupamos de ella, o nos veremos obligados a convivir con enfermedades cada vez más graves.
Afortunadamente, Felix Scott guarda cierto optimismo: “La buena noticia es que, mirando el impacto del cambio climático en la salud humana a través de todas las disciplinas y áreas, se están dando los primeros pasos hacia el desarrollo de un nuevo camino. Con eso en mente, una acción innovadora y proactiva preservará no sólo el planeta del futuro, sino también nuestras vidas de hoy y el bienestar del mañana”.
¿Qué estás haciendo para mitigar el cambio climático? ¿Te gustaría conocer más al respecto? Aquí hay una serie de medidas que es posible tomar para ayudar a construir un mundo más resistente al cambio climático y libre de combustibles fósiles.
Flávia Lima Moreira es periodista y colaboradora de 350.org.
Traducción: Rocío Rodríguez Almaraz
Crédito de la imagen: Aleksandar Popovski de Unsplash