El 26 de enero pasado, en una sentencia histórica, la justicia ecuatoriana falló a favor de nueve niñas que exigían que se apagaran los mecheros que queman gas de la industria petrolera en la Amazonía, principalmente en las provincias de Sucumbíos y Orellana. La Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos declaró que el estado ecuatoriano desconoció el derecho de estas niñas de vivir en un ambiente sano y que violó su derecho a la salud al no proveer tecnologías limpias que evitaran la contaminación.
“Estoy muy contenta porque finalmente se hizo justicia, vamos a recuperar la naturaleza, por todos los niños enfermos, por las personas, por los padres que han luchado para mantenerse sanos, por las familias que se han mantenido también luchando aunque sea para mantener un poco de cultivo, por las familias que viven debajo de los mecheros y les ha tocado abandonar sus terrenos”, dijo Leonela Moncayo de 10 años en una entrevista a Mongabay.
En la Amazonía ecuatoriana existen al menos 427 mecheros que queman gas desde hace décadas y funcionan a una temperatura promedio de 400 grados centígrados desde hace más de 50 años. Los primeros de ellos fueron instalados por la multinacional Chevron-Texaco que perforó el primer pozo comercial en 1967.
“Esta sentencia se considera histórica porque reconoce la vulneración de varios derechos: el de la salud, los de la naturaleza y el de un ambiente sano. Y reconoce que el estado ecuatoriano también ha venido incumpliendo de manera sistemática obligaciones internacionales, en este caso, en la lucha contra el cambio climático. Le exige a las empresas petroleras que ajusten sus procedimientos y estándares a procedimientos limpios y seguros”, dijo María Espinosa, abogada de Amazon Frontliners.
Las niñas demandantes aseguran que tienen a varios de sus familiares y amigos con problemas de salud, principalmente cáncer, debido a la contaminación del aire por la quema de gas. Algunos incluso han muerto. Poblaciones que viven alrededor aseguran que esta es una de las principales causas del alto número de casos de cáncer en la zona.
“Tenía una compañera de mi edad, 13 años, y hace dos años y medio falleció de cáncer. Así como ella, muchos otros han muerto. Las personas que trabajan con eso [los mecheros] no se dan cuenta de que poco a poco nos están matando, el Estado no se da cuenta que de acá saca el petróleo y debería, al menos, hacer un hospital para nosotros”, contó a Mongabay Yamileth Jurado, otra de las niñas demandantes.
Una publicación de 2017 de la Clínica Ambiental, un proyecto del Centro de Estudios y Asesoría Social (CEAS) y la organización no gubernamental Acción Ecológica, señala que, en la región amazónica del Ecuador, hay más casos de cáncer en la población que vive cerca a las zonas donde operó Chevron-Texaco y donde existen instalaciones petroleras como los mecheros.
Pablo Fajardo, abogado de las niñas y de la Unión de Afectados por Texaco (UDAPT), aseguró que la UDAPT y la Clínica Ambiental llevan dos años construyendo el registro de tumores en Sucumbíos y Orellana y han documentado 251 casos de cáncer, el 71 % de ellos en mujeres. “Esas niñas que hoy eran accionantes mañana podrían ser las víctimas de cáncer”, dijo.
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Fuente: Antonio José Paz Cardona – Mongabay
Créditos de la imagen de portada: Mitch Anderson / Amazon Frontlines.