por María Victoria Emanuelli

El libertario Javier Milei resultó electo el domingo pasado en las elecciones presidenciales de segunda vuelta en Argentina. El candidato de La Libertad Avanza obtuvo el 56% de los votos, frente al 44% del peronista Sergio Massa. De esta manera, Argentina se lanza hacia lo desconocido, o hacia lo que la ultraderecha pretende proponer;  como sucedió en Estados Unidos con Trump y en Brasil con Bolsonaro. 

¿Cómo consiguió la extrema derecha colarse en el mapa político argentino? Pues no solo se coló, también lo reconfiguró. Milei llegó al poder gracias a la alianza de su incipiente partido político, La Libertad Avanza (que tan solo tiene un par de años), con un sector del Pro liderado por el ex presidente Mauricio Macri. Sumado a esto, es necesario entender que en esta oportunidad el pueblo argentino votó con el bolsillo: Argentina acumula una inflación interanual de 142%. El problema es que por culpa de esta incertidumbre económica y el voto a Milei, el país se expone a la posibilidad de cambios radicales de gran impacto. 

El electo presidente prometió un fuerte ajuste del gasto público, incluyendo áreas claves que han sido insignia de la Argentina por ser gratuitas y universales como la salud y educación pública. Entre sus propuestas también están la reducción de ministerios y secretarías, privatizaciones, entre otros recortes que impactarán directamente en la economía de lxs ciudadanxs argentinxs.   

Javier Milei se auto denomina anarco capitalista, dice abrazar las ideas de la libertad, pero tanto sus declaraciones como las de las personas que lo acompañan en su espacio político son extremadamente conservadoras. Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, son negacionistass de la última dictadura militar argentina, están en contra del aborto y del matrimonio igualitario; y hasta amenazaron con acompañar todas estas medidas con fuerte represión de ser necesario, entre otras tantas declaraciones de medidas escalofriantes.  

 

Para el movimiento climático y ambiental implica un fuerte retroceso. Milei manifestó en varias oportunidades que no cree que el cambio climático está asociado a la actividad humana, y que es un “invento del socialismo”. Adelantó que iba a eliminar la Secretaría de Cambio Climático, y el Ministerio de Ambiente. En base a su postura, no sería de extrañar que desconozca los pactos internacionales firmados por la Argentina. 

Además del retroceso institucional y de políticas públicas claves, este nuevo escenario incrementa el riesgo para las comunidades, pueblos originarios y activistas que defienden sus territorios de los proyectos de combustibles fósiles y extractivistas en Argentina. 

Aunque en esta nueva etapa los desafíos parecen complejizarse y multiplicarse en Argentina, desde 350.org reiteramos más que nunca nuestro compromiso de trabajo y resistiremos con más fuerza junto a las comunidades y organizaciones. Seguiremos luchando contra los megaproyectos de gas y petróleo, e impulsando una transición energética justa. Porque estamos convencidos que la libertad de una persona termina cuando comienza la libertad del otro. Creemos en una libertad empática y justa.