BUENOS AIRES – El próximo domingo 9 de julio se inaugurará el Gasoducto Néstor Kirchner en medio de un contexto político y económico desafiante para Argentina. Este proyecto, llevado a cabo sin tener en cuenta las audiencias públicas y las legítimas preocupaciones de los vecinos que se vieron afectados por el paso del gasoducto, fortalece la narrativa de progreso económico que el gobierno y el sector empresarial intentan instalar hace rato con respecto a Vaca Muerta. Es necesario, entonces, hablar de los costos sociales y ambientales generados por la construcción del gasoducto; y de la enorme oportunidad que Argentina perdió al invertir en amplificar la producción de Vaca Muerta, en lugar de promover energías renovables más sostenibles.
Imagen área durante la construcción del gasoducto. Ph: Mario De Fina
La ceremonia de apertura está programada para el domingo y será la oportunidad del oficialismo para mostrarse unidos a semanas de las elecciones PASO para las presidenciales. El gasoducto es tan relevante para el presente político y económico argentino, que conseguirá reunir en una foto al actual presidente Alberto Fernández, a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al actual Ministro de Economía y único candidato presidencial del kirchnerismo, Sergio Massa. Lo que no mostrará esa foto son los impactos generados por una obra de estas características.
“El gasoducto es el símbolo de una apuesta a un modelo económico y energético inviable que reproduce desigualdades y tiene un altísimo impacto a nivel social, ambiental y climático. ”, denuncia María Victoria Emanuelli, campaigner de 350.org América Latina; y agrega “Vaca Muerta es una de las mayores bombas de carbono del mundo. Las empresas, bancos y gobiernos involucrados en actividades petroleras y gasíferas en Argentina están declarando cada día, con sus acciones, que sus ganancias importan más que el desarrollo sostenible que nuestro país y el planeta necesitan”.
Previo a la construcción del gasoducto, se realizaron algunas audiencias públicas necesarias para escuchar las voces de las comunidades afectadas, como en Macachín, provincia de La Pampa. Sin embargo, el resultado de esas audiencias no era vinculante. Por lo cual el plan del gobierno continuó sin más. Las preocupaciones y los comentarios de los ciudadanos, que tenían el derecho de ser escuchados, fueron ignorados. Esta falta de transparencia y participación ciudadana socava los principios democráticos y el respeto a los derechos fundamentales de las personas.
Uno de los impactos más preocupantes de la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner es la masiva tala de árboles nativos, en particular, los valiosos caldenes en la provincia de La Pampa. Estas especies autóctonas desempeñan un papel fundamental en el ecosistema local y su destrucción irresponsable representa una pérdida irreparable de biodiversidad y un daño significativo al entorno natural.
“El gasoducto viabiliza que la extracción de gas en Vaca Muerta expanda los impactos climáticos, ambientales y sociales que este yacimiento genera en el país y en el mundo. Lo que se está haciendo con esta inauguración es tirar alcohol a la hoguera que deberíamos estar tratando de apagar”, argumenta Emanuelli.
Es fundamental señalar que la promoción de más combustibles fósiles no es la solución que nuestro país necesita en la actualidad. En lugar de invertir en proyectos como este, es urgente dirigir nuestros esfuerzos (tanto los subsidios como las inversiones privadas) para potenciar las energías renovables y sostenibles. Solo mediante la adopción de tecnologías limpias y el abandono gradual de los combustibles fósiles podremos abordar eficazmente los desafíos del cambio climático y proteger nuestro medio ambiente para las generaciones futuras.
Sobre 350.org
La organización trabaja en Argentina desde hace más de diez años. Siempre junto a comunidades indígenas, pequeños productores, activistas, organizaciones del movimiento climático y habitantes de las regiones afectadas por Vaca Muerta. El objetivo de sus campañas es difundir información sobre el impacto de los combustibles fósiles en comunidades vulnerables de Argentina y apoyar a las personas que luchan por un planeta más justo, próspero y solidario.
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