Chile ha sido noticia en la prensa internacional en los últimos tiempos, especialmente porque será la sede de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25) en diciembre de este año. Pero lo que llama la atención sobre el país sudamericano en este contexto particular es la intensificación de la sequía en sus diferentes regiones, que ha estado ocurriendo durante diez años consecutivos y que preocupa a la población y a las autoridades por haber empeorado en el último año. La situación límite que presenta Chile convierte al país en un caso de estudio de lo más actual sobre lo que pasa con el cambio climático y los procesos de migración y, en consecuencia, lo que sucede también con los refugiados climáticos.
Roberto Chávez, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y miembro de la mesa técnica de la COP 25 chilena, explica que en la última década una mayor proporción del territorio del país ha estado más seca. Según sus palabras, las proyecciones ejecutadas por el Laboratorio de Geoinformación de la institución universitaria revelarían esta tendencia principalmente en la región central. Y eso se intensificará si la humanidad en su conjunto no frena el objetivo del aumento promedio de la temperatura planetaria por debajo de 2ºC —por encima de los niveles preindustriales— hacia 2100. Los científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), quienes subsidian las conferencias climáticas, ya señalan que la ambición debería ser mucho mayor: inferior a 1,5ºC. ¿Cómo se lograría esto? Reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causadas principalmente por el uso de combustibles fósiles y la deforestación.
“Hoy en día, la desertificación es notoria en las regiones de Coquimbo y Valparaíso y los efectos de la menor precipitación y desecación de la vegetación son notables a la altura de Coyhaique en la región de Aysén”, dice Chávez en sus recientes declaraciones de prensa.
Además de su capital, Santiago, hay otras zonas que se vieron afectadas como el desierto del norte de Atacama y la región de Ñuble, que prácticamente no han tenido precipitaciones en 2019. Desde el inicio de este año a la fecha, las precipitaciones de estos lugares apenas han alcanzado los 80 milímetros, cantidad insuficiente para sus actividades. La preocupación aumenta a medida que la temporada primavera-verano comienza y los termómetros en el país superan los 30ºC.
La crisis del agua se ha instalado y, según los expertos, se considera la más grave desde 1968. Unos 60 municipios están bajo decreto de escasez de agua en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule. Más de dos tercios de la población chilena están siendo afectados.
Imagen: Pixnio
La investigación atribuye esta intensificación a una diversidad de causas. Entre ellas, la degradación del suelo. El informe especial sobre Cambio Climático y Uso de la Tierra, presentado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, menciona este año a Chile, citando que la erosión ya alcanza el 84% del territorio de Coquimbo, el 57% de Valparaíso y el 37% de O’Higgins.
Para aquellos que trabajan directamente con la tierra, a través de la agricultura y la ganadería, las noticias son sombrías. Hoy ya hay más de 100 localidades declaradas zonas de emergencia agrícola. Los animales están moribundos, los cultivos perdidos y los camiones de agua tienen que satisfacer las necesidades de las familias. Según el Ministerio de Agricultura de Chile, más de 34.000 animales han muerto y cientos de miles más están en estado crítico. Al mismo tiempo, ha surgido un mercado especulativo que infla el valor del forraje. La polinización se ve seriamente afectada porque las plantas no florecen, lo que podría provicar una mayor mortalidad de las abejas.
Muchos productores se ven obligados a migrar al sur del país. Los datos del estudio de las Naciones Unidas (ONU) ejemplifican bien este proceso de refugiados climáticos. El 15% de la población de Monte Patria tuvo que emigrar por causa de las sequías. La región de Coquimbo ya se encuentra en proceso de desertificación ascendente.
Según la Oficina de Cambio Climático de Chile, la tendencia de las lluvias entre 1961 y 2018 disminuyó en 23 mm por década en todo el país, especialmente en las regiones central y sur. La desertificación, por otro lado, se acentúa en estos lugares, así como en el norte, como los análisis del Centro para la Ciencia del Clima y la Resiliencia.
El aumento de la aridez de los suelos es desconcertante, ya que hay evidencia de que el desierto de Atacama se está expandiendo hacia el sur, como se describe en el Atlas Climático de Cambio Climático de Chile.
En marzo de este año, se informó que el lago Aculeo, a 70 km de Santiago, había desaparecido. Un claro ejemplo de cómo el cambio climático puede afectar uno de los pilares de la economía en el país: el turismo. Históricamente, había un destino para tomar el sol en el verano y para esquiar en el invierno. Pero esto puede cambiar en el corto plazo.
Lo que está claro para el gobierno es que surge la necesidad de tomar medidas para combatir el cambio climático mediante la reducción del daño causado por el exceso de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la adaptación. En el caso del país, “la recuperación de los suelos degradados es imprescindible”, como señaló Antonio Walker, Ministro de Agricultura de Chile. Esto también incluye inversiones a largo plazo para el saneamiento. El problema, sin embargo, es cuándo se dará la ejecución de estos trabajos. Muchas familias no pueden darse el lujo de esperar y están migrando al sur del país, exponiendo el desafío de los refugiados climáticos este siglo.
Acerca de 350.org en Brasil y la causa climática
350.org es un movimiento global de personas que trabajan para poner fin a la era de los combustibles fósiles y construir un mundo de energía renovable gratuita, dirigida por la comunidad y al alcance de todos. Nuestras acciones buscan inhibir la aceleración del cambio climático por la acción humana, y esto incluye el mantenimiento de los bosques.
Desde su inicio, 350.org ha trabajado en temas de cambio climático y la lucha contra los fósiles con comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales a través del Programa Indígena 350 y ha fortalecido su posición en defensa de las comunidades afectadas a través de la campaña de Defensores del Clima.
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Sucena Shkrada Resk — Periodista ambiental, experta en política internacional, medio ambiente y sociedad. Es Digital Organizer de 350.org Brasil
Traducción: Rocío Rodríguez Almaraz