Por Denali Sai Nalamalapu
Este año, el Mes del Orgullo llega inmediatamente después de una serie de victorias climáticas: la Agencia Internacional de Energía esencialmente dijo “mantengan los fósiles en el suelo”; un tribunal holandés sentó un precedente al dictaminar que Shell está profundizando el cambio climático y debe reducir sus emisiones; ExxonMobil perdió votos de accionistas claves en un intento por obligarlos a ajustar su estrategia para hacer frente al cambio climático; los inversores de Chevron exigieron recortes de emisiones; y un tribunal australiano dictaminó que el gobierno tiene el deber de proteger a los jóvenes de la crisis climática.
Estos eventos señalan importantes victorias, impulsadas por la gente, contra la industria de los combustibles fósiles y muestran un camino más justo hacia un futuro renovable. Que precedan al Mes del Orgullo es tanto una feliz coincidencia como, quizás, el guiño del universo a la increíble fuerza y resistencia tanto del movimiento de derechos LGBTQ+ como del movimiento climático.
El Mes del Orgullo comenzó como un motín con el movimiento de liberación LGBTQ+ de la década de 1970 en los Estados Unidos y los disturbios de Stonewall. Después de los disturbios de Stonewall y las numerosas revueltas que le precedieron, los organizadores se basaron en este espíritu de resistencia para organizar un evento del Orgullo en la ciudad de Nueva York. Desde entonces, el Orgullo se ha convertido en la celebración de la diversidad en muchos países del mundo.
Stonewall no hubiera sucedido sin las mujeres transexuales negras levantándose contra el acoso y la violencia policial. Sin embargo, las personas trans negras no se han beneficiado en gran medida del poderoso movimiento que sembraron. Mientras que las personas LGBTQ+ en los Estados Unidos tienen más del doble de probabilidades de ser asesinadas, las mujeres trans negras tienen siete veces más riesgo de ser asesinadas. Y esta injusticia se extiende a medida que 2021 se perfila como un año récord para las legislaciones anti-transgénero en la historia de los Estados Unidos.
Si habrá justicia racial, climática o LGBTQ+, las personas más valientes de todo el mundo —deberá abarcar desde las mujeres negras transgénero en los Estados Unidos hasta los millones de personas queer que viven bajo regímenes opresivos y homofóbicos—; además, esta justicia deberá ser focalizada, apoyada y motivada.
En honor al Mes del Orgullo, destacamos el liderazgo visionario de seis miembros del staff de 350.org en todo el mundo que se identifican como LGBTQ+: Joseph Zane Sikulu, JL Andrepont, Kelly Albion, Tianna Arredondo, Dawn Batteridge y Peri Dias. A continuación, podrás ver extractos de entrevistas sobre sus viajes personales y visiones de cómo podremos alcanzar un mundo mejor.
Joseph Zane Sikulu (él), Tonga
“Necesitamos tener más conversaciones dentro de los espacios queer sobre cómo podemos garantizar el apoyo y los recursos a las personas queer y trans que están escapando de la crisis climática.”
“No hay justicia climática sin justicia para los indígenas y las primeras naciones. La liberación queer forma parte de esto, pues la justicia implica liberación cultural, autodeterminación y una garantía de la dignidad de nuestra gente a medida que avanzamos por este mundo.”
“La liberación queer en el Norte global es muy diferente a la del Sur global. La lucha por la igualdad en el matrimonio es una cosa … pero, en Tonga, la gente solo está luchando por ser vista. En Tonga, las mismas personas que luchan por los derechos humanos también luchan para proteger su isla y sus hogares. Son todas las mismas personas que tienen varios sombreros. Necesitamos tener más conversaciones dentro de los espacios queer sobre cómo podemos garantizar el apoyo y los recursos para las personas queer y trans que están escapando de la crisis climática.”
JL Andrepont (ellx/elle), Estados Unidos
“Así como tenemos que luchar para asegurarnos de que estamos construyendo un mundo hospitalario, tenemos que asegurarnos de que sea equitativo.”
“Tenemos que estar tan interesados en la vida real de las personas que viven en este planeta como en tratar de abordar la crisis climática. Pienso en esto como alguien que tiene múltiples identidades marginadas: soy negro, soy queer, soy no binario, soy discapacitado. Todo mi ser merece justicia y derechos humanos. Esto se cruza completamente con cómo el cambio climático es un problema de justicia.”
“Debemos seguir enfocándonos en construir una sociedad basada no solo en la igualdad, sino también en la equidad. Si uno de nosotros no es libre, ninguno de nosotros es libre. Tenemos que [aceptar la realidad] de que pronto habrá grandes extensiones de este planeta que serán inhabitables. Aquellos individuos afectados por el clima tienen el mismo derecho a vivir su vida y ser ellos mismos como cualquier persona que no se encuentre en una comunidad afectada por el cambio climático.”
Kelly Albion (ellx/elle), Australia
“La justicia climática es el camino en el que estamos para crear un mundo mejor. Si estamos creando un mundo que sea mejor para todos, la liberación queer es una parte fundamental de esta visión.”
“Mi queerness y la libertad que siento en quien llego a ser es lo que quiero para el resto del mundo. La justicia climática es el camino en el que estamos para crear un mundo mejor. Si estamos creando un mundo mejor para todos, la liberación queer es una parte fundamental de esa visión. Queremos crear un mundo donde todxs sean amadxs, aceptadxs y celebradxs por quienes son.”
“A medida que los fenómenos meteorológicos extremos empeoran, [debemos] hacer que los desastres impacten con menor fuerza a las personas trans, las parejas queer y las personas con discapacidades. [Debemos] asegurarnos de que nadie se quede relegado en un desastre, [debemos] apoyar a las comunidades queer mientras estén en los centros de evacuación después de incendios forestales, inundaciones y ciclones. Cuando todos, sin importar su edad o identidad, puedan sentirse completamente libres de ser quiénes son, entonces también tratarán a otras personas y al planeta con respeto.”
Tianna Arredondo (ellx/elle), Estados Unidos
“Mi identidad queer se trata de poder adaptarme y ser yo misma de acuerdo a lo que se necesita en el momento.”
“Mi identidad queer se trata de poder adaptarme y ser yo misma de acuerdo a lo que se necesita en el momento. Esta mañana, uno de los miembros de mi comunidad dijo, ‘dondequiera que vayas, ahí estás’. Esa es una manera de explicar mi rareza, [y] de eso se trata el activismo climático: adaptarnos a dónde estamos en cada momento [porque] estamos abogando por la tierra, pero también estamos abogando por un mundo más humano. Hay muchas personas cuyas voces son necesarias pero no siempre están presentes.”
“La liberación queer se trata de poder expresarse como cada quien lo crea y de acuerdo a su integridad, siempre teniendo acceso a los derechos humanos básicos y a vivir con seguridad. Con el cambio climático, es similar porque las empresas están tratando de hacernos callar cuando intentamos sobrevivir y adaptarnos a las necesidades de un mundo cambiante causado por la codicia y la extracción empresarial.”
Dawn Betteridge (ella/ellos), Países Bajos
“La vida es un proceso continuo de salir del clóset sobre lo que sea en lo que crees, especialmente cuando sabes que no eres la voz mayoritaria en la sala. Ser un activista queer te enseña cómo hacerlo.”
“Ser queer le agrega un filtro a la forma en que veo el mundo: tengo una gran conciencia de las suposiciones que la gente hace sobre mí y yo sobre los demás. La vida es un proceso continuo de salir del clóset sobre lo que sea en lo que crees, especialmente cuando sabes que no eres la voz mayoritaria en la sala. Ser un activista queer te enseña eso.”
“Soy bastante introvertido. Parte de eso significa que no estoy buscando espacios para salir. Elegí ser una activista queer muy visible a mis 20 y 30 años. Supongo que he aprendido en el camino que puedo elegir diferentes roles en el activismo. Ahora tengo 50 años. Sé que tengo mucha experiencia valiosa. Pero ya no necesito la aceptación o el reconocimiento, tal vez eso llega con la edad. Es difícil estar al frente. Es importante tener gente apoyando desde atrás.”
Peri Dias (él), Brasil
“Ser queer me hace más capaz de escuchar a la gente.”
“Ser queer me hizo a lo largo de mi vida ser más sensible y estar más atento a los problemas de justicia social en general. Como hombre cisgénero de clase media, y como persona que se percibe de piel blanca en Brasil, tiendo a ser parte de los grupos privilegiados en la mayoría de las situaciones, pero como hombre gay, a menudo me enfrento a pensamientos y sentimientos que no llegaría a conocer si fuera heterosexual. He entendido desde que era joven cómo la dinámica social, la desigualdad y los prejuicios pueden desempeñar un papel en la vida de un individuo.
“Ser queer también me hizo más capaz de escuchar a la gente. Estoy más abierto a escuchar a las personas sin juzgar y sin una idea preconcebida de cómo deberían ser y qué deberían hacer y cómo deberían vivir.”