En Latinoamérica hablar de Equinor no es algo nuevo. Ya todos sabemos de sus proyectos de gas y petróleo en Brasil y Argentina. Sin embargo, el pasado 8 de febrero la compañía presentó el reporte financiero de 2022, y nos hemos llevado una gran sorpresa al enterarnos que elevó sus ingresos anuales totales a 74.900 millones de dólares, las más altas en sus 51 años de historia.

Para hablar con más precisión, es necesario aclarar que de los 74.900 millones de dólares las ganancias netas (sin impuestos y otros costos) fueron de 28.700 millones. Parece mucho menos, pero tengamos en cuenta dos cosas:

  1. La ganancia neta de 2021 fue de 10.000 millones. Es decir, este año casi triplica sus ingresos. 
  2. Lo que paga de impuestos en algunos países, lo recupera en subsidios que recibe en otros. 

Los beneficios récord no sólo los obtuvo Equinor. También consiguieron altos márgenes de ganancias las grandes petroleras y gasistas mundiales como: ExxonMobil, Shell y British Petroleum (BP). 

 

¿Cómo consiguió Equinor alcanzar estas ganancias récord? 

La compañía explica en su reporte que en 2022 pusieron en funcionamiento siete nuevos proyectos, lo que agregó una capacidad total de alrededor de 200 mil barriles de petróleo equivalente por día. Aseguran estar progresando en una cartera de proyectos muy competitiva y presentaron 13 planes de desarrollo y operaciones para 2023. 

Sin embargo, sus ganancias no se justifican sólo por esto. La guerra en Ucrania puede explicar esas ganancias sin problema. Los precios de la energía a nivel mundial alcanzaron sus máximos desde la irrupción de la guerra el año pasado, cuando Putin decidió cerrar el grifo de gas ruso con el cual abastecía a muchos países europeos. La guerra aumentó la preocupación por el suministro de gas y petróleo, y dio inicio a una crisis energética que comenzó impactando a Europa pero tiene repercusiones negativas en todo el mundo. Muchos fueron los perjudicados, y sobre todo las personas durante el invierno. Los que salieron totalmente beneficiados fueron las empresas de petróleo y gas, que hoy muestran orgullosos sus reportes de ganancias récord. 

 

Equinor en América Latina

La empresa tiene proyectos de petróleo, gas, energía eólica y solar en 30 países en todo el mundo. En Latinoamérica tiene presencia solo en Argentina y Brasil

Argentina

Ingresó a Argentina en 2017 y abrió una oficina en Buenos Aires en 2018.

Tiene participación en Vaca Muerta, provincia de Neuquén, en dos licencias de fracking

  • Bajo del Toro, en la que son socios con una participación del 50 %. YPF posee el 50 % restante.
  • El bloque productor Bandurria Sur, en donde junto con Shell tiene una participación del 60 % (30 % cada una) a través de su asociación en Bandurria Sur Investments, mientras que el operador, YPF, posee el 40 % restante.

Desde junio de 2018 tiene una participación en el parque solar Guañizuil 2A, de 117 megavatios, en la provincia de San Juan.

En el Mar Argentino, Equinor posee derechos de exploración en ocho bloques repartidos en las cuencas norte y sur, seis como operador y dos como socio. Desde el anuncio del inicio de sus actividades, la empresa es el blanco del activismo, ya que los primeros tres bloques que se comenzarán a explorar fueron adjudicados a Equinor. Éstos se encuentran a tan solo 300 kilómetros de la localidad costera Mar del Plata, una de las principales atracciones turísticas del país y con una fuerte actividad pesquera y portuaria. 

Gracias a la participación del activismo ambiental, durante el 2021 las exploraciones fueron suspendidas por la Justicia, pero en los inicios del 2022 su ejecución fue aprobada. 

 

Brasil 

Equinor ha estado presente en Brasil desde 2001, con foco en la exploración y producción de petróleo y gas, y energías renovables.

El primer proyecto fue Peregrino, un yacimiento de producción de petróleo en la Cuenca de Campos, en las costas de Río de Janeiro. Es el más grande operado por Equinor fuera de la plataforma continental noruega. 

Luego se sumaron a la cartera de proyectos nuevos activos de petróleo y gas, como los descubrimientos de los yacimientos Pão de Açúcar, Gávea y Seat, en el BM-C-33, en la Cuenca de Campos; y el yacimiento Bacalhau, en el Santos, donde comenzaron a perforar a fines de 2022.

 

Mientras empresas como Equinor siguen obteniendo récords históricos, los ciudadanos de los países donde operan siguen pagando los costos ambientales, sociales y económicos. Es momento de controlar y demandar cambios a estas empresas.