Dividida en dos etapas, la 15ª Ronda de Licitaciones de la Agencia Nacional del Petróleo y Gas (ANP) brasileña, que tuvo lugar el jueves en Río de Janeiro, tuvo dos resultados bastante distintos. El primero, que ofreció los bloques en mar, fue considerado por el gobierno el “mejor de todos los tiempos” – aunque el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) tenga negado la comercialización de dos de los más importantes bloques previstos para esta ronda. El segundo, que presentó las áreas terrestres, fue un completo fracaso: ninguno de los 21 bloques, ubicados en las cuencas de Paraná y Parnaíba, en los estados de Maranhão, Mato Grosso do Sul, Goiás y Piauí, fueron rematados.

En la apertura de la sesión de la tarde, la ANP, “para ser transparente con la sociedad civil”, honró el compromiso firmado en febrero con los coordinadores de la Coalición No Fracking Brasil por el Clima, Agua y Vida (COESUS) y de 350.org Brasil, y finalmente liberó la participación formal de la sociedad civil en la subasta. Se concedió el derecho de habla a siete representantes de diferentes estados, rompiendo un ciclo de subsecuentes cercenamientos de participación civil que venía ocurriendo desde varias rondas.

“Hace casi cinco años que tenemos un objetivo: la prohibición de la exploración del gas de esquisto a través del fracking. Hoy, más de 380 ciudades en diversos estados ya prohíben el licenciamiento ambiental para ese tipo de técnica. Ya somos más de 10 millones de personas movilizadas para impedir que esta técnica sea utilizada en nuestro país. Nuestras organizaciones, ciudades, sindicatos y comunidades tradicionales aquí representados ya dijeron ‘no’ a la fractura hidráulica”, afirmó Juliano Bueno de Araujo, coordinador nacional de la COESUS, después de agradecer a la ANP por finalmente conceder a la sociedad el derecho al contradictorio.

Luiz Adalberto Lunitti, productor agropecuario y ex alcalde de Toledo, en el estado de Paraná, afirmó que no sólo la población de su ciudad, sino de los más de 200 municipios del mismo estado también ya se posicionaron contra la producción de energía a cualquier precio. “Estamos en favor de la vida, y no de la muerte”. Toledo fue el primer municipio a aprobar legislación contra el fracking en Brasil.

Representando la iglesia católica, Reginaldo Urbano Argentino, miembro de la diócesis de Umuarama y del Grupo de Trabajo de la Minería en la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) afirmó que la movilización del sector religioso ya abarca cientos de parroquias en la concienciación sobre los riesgos del fracking. “Hemos venido a dar el recado a los inversores y al gobierno aquí presentes, que éste no es el camino. Defendemos la Casa Común, y no el lucro por encima de las personas”.

La directora de 350.org en Brasil y América Latina, Nicole Figueiredo de Oliveira, habló en inglés, dirigiendo su mensaje a los empresarios y demás extranjeros participantes de la subasta. “Hablo en nombre de millones de personas que ya han banido el fracking de sus ciudades y sus vidas. Esto es el momento de las energías renovables. Necesitamos cumplir el Acuerdo de París y para eso los combustibles fósiles tienen que quedarse en el suelo”, sentenció.

También hablaron en nombre de COESUS Jardel Miranda, coordinador de la campaña en el estado de Maranhão; Suelita Rocker, coordinadora en los estados de Santa Catarina y Rio Grande do Sul; y Kretã Kaingang, cacique de Paraná y miembro de la coordinación ejecutiva de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib). Kretã recordó a todos de la recurrente violación de derechos fundamentales en esto tipo de emprendimientos, como la consulta libre e informada a las poblaciones directamente afectadas por los ellos.

El fracking sigue en los planes del gobierno

Mismo después del fuerte testimonio de la sociedad civil y de la total falta de interés de los inversores en las áreas terrestres, el gobierno brasileño afirmó categóricamente, durante una rueda de prensa al final de la Ronda, que insistirá en mantener en los planes de expansión energética nacional la explotación no convencional de petróleo y gas a través de la técnica de la fractura hidráulica, más conocida como fracking.

El director ejecutivo de la ANP, Décio Oddone, dijo que la agencia sigue políticas determinadas por el gobierno federal, y que el mundo está de hecho en transición a una economía de bajo carbono, pero que eso no significa que pueda renunciar completamente a el uso de combustibles fósiles en las próximas décadas. “Las grandes decisiones estratégicas nacionales necesitan ser tomadas de forma consciente, teniendo en cuenta la opinión de todos. La fractura hidráulica es una práctica común y recurrente en diversas regiones del mundo. Por lo tanto, somos, sí, favorables a su utilización”.

Según el Secretario de Petróleo y Gas Natural del Ministerio de Minas y Energía (MME), Márcio Félix, se realizarán de tres a cuatro proyectos piloto en los estados de Maranhão, Piauí y Minas Gerais, este último en la cuenca del río São Francisco. “Es duro ver que en esa transición de modelo económico Brasil puede dejar atrás algunas riquezas. El fracking fue hecho villano. Se creó un tabú sobre el utilizo de técnicas no convencionales, y queremos romperlo. Respetamos la decisión de estados y municipios que no lo quieren, pero otros sí lo quieren. Es una cuestión pragmática y no política o ideológica”, afirmó.

En total fueron ofrecidos en la 15ª Ronda 68 bloques. En la víspera de la subasta el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) determinó la retirada de dos de los principales bloques exploratorios, Saturno y Titán, por entender que, dadas sus ubicaciones en los límites del polígono del pre-sal, su comercialización podría acarrear pérdidas de intereses de la Unión. Sin embargo, la venta de los bloques marítimos superó las expectativas. Cerca del 47% de los bloques fueron adquiridos, recaudando un bono récord de R$ 8,14 mil millones.