Nuestro movimiento climático tiene un objetivo claro: avanzar hacia un mundo impulsado por fuentes de energía respetuosas con el clima, seguras, asequibles y justas. Y lo estamos haciendo realidad sustituyendo los sistemas basados en combustibles fósiles por otros que funcionan con energías renovables. 

 En el centro de este proceso de transición energética se encuentra  la fuerza colectiva de las comunidades. En todo el mundo, los grupos locales están desafiando la hegemonía de los combustibles fósiles, oponiéndose a su aceptación social y exigiendo su retirada progresiva. No solo abogan por mejores soluciones energéticas sino que las están construyendo activamente, desde proyectos a gran escala hasta iniciativas de base.

 Los esfuerzos de estas personas corrientes son los que verdaderamente resultan claves para lograr la justicia climática.  Ya sea capacitando a otras personas para que asuman la generación de su propia energía o garantizando los beneficios directos de su producción, las iniciativas de energía comunitaria son las que están transformando nuestro mundo para que deje de depender de los combustibles fósiles y pase a ser impulsado por energías renovables. De hecho, una cosa está clara: las comunidades no se limitan a apoyar nuestra lucha, sino que la están liderando. 

 Así que le echemos un vistazo a cuatro historias asombrosas de distintos lugares del mundo que nos muestran lo poderosas que pueden ser las soluciones climáticas impulsadas por las comunidades. Entre todxs, no solo estamos visualizando un mundo mejor, sino que lo estamos construyendo activamente, comunidad por comunidad:

 

 

 

 

Todas estas historias ponen de manifiesto un hecho crucial: el futuro de las energías renovables depende de lo que logremos realizar de manera colectiva en nuestras comunidades. Estas historias demuestran que la población local no está esperando a que otros resuelvan el problema, sino que está impulsando el cambio desde la base. Además, cuando se enfrentan a la adversidad climática, estas comunidades resilientes están mejor preparadas para apoyarse mutuamente y se recuperan con más facilidad.

 Adoptar este enfoque comunitario respecto a las energías renovables va más allá de garantizar un aire y un agua más limpios. Nos hace avanzar hacia un mundo donde cada persona pueda acceder a una energía 100% segura, asequible y respetuosa con el clima.  Los ejemplos de Indonesia y Ghana demuestran claramente cómo las iniciativas comunitarias pueden fomentar la independencia energética y conducirnos hacia un futuro energético sostenible.  

 Además, al cultivar comunidades más sólidas, tenemos la oportunidad de escuchar todas las voces, especialmente las de quienes han sido históricamente marginadxs, lo que nos prepara para un futuro en el que nadie se quede atrás. La dedicación incansable de grupos como la Coalición Amazónica ilustra el poder de la solidaridad comunitaria en la lucha por la justicia climática, mientras que iniciativas como las de 350NC en EEUU ponen de relieve el potencial transformador de promover la colaboración entre lxs ciudadanxs de a pie. Lee más sobre el impacto de 350.org desde el punto de vista de las comunidades con las que colaboramos en nuestro nuevo Informe Anual.