La flotilla Madleen, que transportaba ayuda humanitaria —incluyendo fórmula para bebés, alimentos y suministros médicos destinados a las costas de Gaza— fue interceptada por las fuerzas israelíes en aguas internacionales.
Entre las personas detenidas se encuentran la activista climática Greta Thunberg y el activista y comunicador brasileño Thiago Ávila. Ambos destacaron que la acción tenía como objetivo llamar la atención sobre el genocidio y el hambre que enfrenta el pueblo palestino. El Ministerio de Defensa de Israel declaró que los activistas serán devueltos de manera segura a sus países de origen.
La misión de la flotilla se produce en medio de una creciente condena global por lo que expertos de la ONU y organizaciones de derechos humanos han calificado como una política de castigo colectivo y hambruna forzada impuesta sobre la población de Gaza mediante el asedio y los bombardeos.
Anne Jellema, directora ejecutiva de 350.org, declaró:
“Estamos presenciando no solo una catástrofe humanitaria, sino también un fracaso total de la responsabilidad moral por parte de la comunidad internacional. Quienes iban a bordo de la Madleen actuaron con compasión y valentía, mientras los líderes mundiales guardan silencio. Su detención no debe desviar la atención de la verdadera historia: la urgente necesidad de poner fin al bloqueo y a la guerra.
350.org se solidariza plenamente con todos los pueblos afectados por la guerra y el desplazamiento. El militarismo y la dependencia de los combustibles fósiles están profundamente entrelazados: alimentan los conflictos, habilitan el autoritarismo y provocan la destrucción ambiental. Poner fin a la era de los combustibles fósiles es inseparable de acabar con la violencia y la opresión sistemáticas.”