Hoy el status de “crisis climática” gana proyección global y aunque todavía no existe una terminología oficial para los llamados “refugiados climáticos”, existe un proceso ascendente centrado en la formulación de políticas públicas para proteger a estas poblaciones que son desplazadas por la fuerza debido a estas circunstancias. “Técnicamente, el término ‘refugiado climático’ no se basa en el derecho internacional y no refleja con precisión las complejas formas en que interactúan el clima y la movilidad humana”, explica William Torres Laureano da Rosa, Asistente Senior del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Brasil, en una entrevista con 350.org. Ante este desafío, a partir de 2015 fue adoptada la Iniciativa Nansen.
Este proyecto fue el resultado de una consulta mundial, en la que participaron 110 países con el fin de fortalecer las medidas preventivas que serán adoptadas en los países de origen, y al planeamiento de la reubicación de las personas en situación de riesgo, con énfasis en las soluciones regionales. Fue promovido a partir de 2012, con el apoyo de los gobiernos de Suiza y Noruega. Esto condujo al establecimiento de una agenda para la protección de las personas desplazadas a través de las fronteras en el contexto de catástrofes y de la crisis climática. Uno de los resultados fue una publicación titulada “12 lecciones aprendidas sobre la protección de los desplazados debido a los desastres y los efectos del cambio climático”. Este fue el inicio de un proceso que exigirá más esfuerzos de cooperación multilateral.
La publicación menciona que “aunque los peligros provengan de la fuerza de la naturaleza, los desastres no son naturales. Estos ocurren cuando una comunidad, sociedad o país no está suficientemente preparado para hacer frente a los impactos que genera un peligro. En este sentido, los desastres “naturales” tienen múltiples causas, muchas de las cuales son humanas….”.
Y luego de importantes experiencias, como las ocurridas en la región del Océano Índico, con tsunamis en años anteriores que han causado miles de víctimas y alertas. “Hoy en día, una de cada cuatro naciones del mundo ya ha recibido a personas de países afectados por desastres climáticos y las lagunas jurídicas son un desafío que hay que superar… ”.
El tsunami de Indonesia, en 2004, fue devastador. Imagen: ONU / Evan Schneider
Otro paso adelante en este proceso fue la creación de la Plataforma de Desplazamiento por Desastres (Disaster Displacement, en inglés).
William Rosa explicó que, incluso cuando las personas son desplazadas sólo por los efectos de desastres relacionados al clima y cruzan las fronteras internacionales, por lo general no es posible enmarcarlas como refugiadas bajo la definición de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. “Esto se debe a que el término significa que alguien ha cruzado una frontera internacional por temor a ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social específico u opinión política”, aclaró.
Según el representante del ACNUR, las situaciones regionales por las que las personas se ven desplazadas como consecuencia de catástrofes o de factores relacionados con el clima, que están vinculadas a conflictos o persecuciones, son la ventana institucional que permite el auxilio a estas poblaciones. “Por lo tanto, es probable que la Convención de 1951 sea aplicada. Algunas personas desplazadas a través de las fronteras en el contexto del cambio climático o de desastres naturales pueden encuadrarse dentro de la definición de ‘refugiado’ en los instrumentos regionales”, explica.
Además, agrega: “en resumen, el derecho internacional puede tener un rol importante a desempeñar en una amplia gama de situaciones relacionadas con el cambio climático y el desplazamiento forzoso, con la expectativa de que más y más personas serán desplazadas por factores ambientales en los próximos años. El ACNUR está fuertemente involucrado en la formulación de políticas y en la definición y adaptación de los marcos legales en esta área”.
Acerca de 350.org Brasil y la causa climática
350.org es un movimiento global de personas que trabajan para poner fin a la era de los combustibles fósiles y construir un mundo de energía renovable gratuita, dirigida por la comunidad y al alcance de todos. Nuestras acciones buscan inhibir la aceleración del cambio climático por la acción humana, y esto incluye el mantenimiento de los bosques.
Desde su inicio, 350.org ha trabajado en temas de cambio climático y la lucha contra los fósiles con comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales a través del Programa Indígena 350 y ha fortalecido su posición en defensa de las comunidades afectadas a través de la campaña Defensores Climáticos.
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Sucena Shkrada Resk — Periodista ambiental, experta en política internacional, medio ambiente y sociedad. Es Digital Organizer de 350.org Brasil
Traducción: Rocío Rodríguez Almaraz