Por Rocío Rodríguez Almaraz
El Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como el Acuerdo de Escazú, está muy cerca de ser una realidad. En Argentina, ya logró la media sanción por unanimidad en el Senado y mañana se tratará en la Cámara de Diputados en las Comisiones de Relaciones Exteriores y Culto, y de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano. La sesión se transmitirá en vivo el 16/9 a las 13 hs por el canal de Diputados TV (horario Buenos Aires). Si ambas partes aprueban el proyecto, el siguiente paso será llevarlo a votación en el plenario, donde los diputados nacionales tendrán la decisión final.
Si Argentina ratifica el acuerdo, faltará solo un país de los 11 que se necesitan para que el tratado entre en vigor. Por eso, más que nunca, este es el momento de recordar las razones por las que Argentina debe ratificar el Acuerdo de Escazú.
Porque hay consenso
Argentina fue uno de los países que lideró la negociación de Escazú y eso trascendió los gobiernos, ya que se inició con el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, se avanzó con Mauricio Macri como presidente y logró la media sanción en el Senado este año con Alberto Fernández a la cabeza. La decisión de apoyar la ratificación del acuerdo en Argentina trasciende las banderas políticas y cuenta con el impulso de los jóvenes y las organizaciones no gubernamentales, ya que es un tratado que busca integrar a las comunidades históricamente excluidas y brindar soluciones y herramientas jurídicas a los efectos de un modelo de desarrollo depredador hacia la naturaleza y sus recursos.
“El Acuerdo de Escazú es un tratado fundamental que confirma la hermandad entre los Pueblos de América, promueve la integración entre los ciudadanos y su hábitat, y lleva al sistema democrático a lo más alto de la conciencia de las naciones” dijo Ignacio Zavaleta, Responsable de Campañas de 350.org.
Porque es una oportunidad de liderazgo regional
El acuerdo abre la posibilidad para que Argentina se posicione como líder en América Latina y genere un movimiento que impulse al resto de las naciones a seguir sus pasos para lograr la ratificación, como podría ser el caso de Costa Rica, Guatemala, México o Perú, cuyo proceso de aprobación se encuentra frenado en las diferentes instancias legislativas de cada país desde que comenzó la pandemia.
Además, Escazú es el primer acuerdo multilateral que firman América Latina y el Caribe, además de ser una vía para promover las relaciones del Mercosur con la Unión Europea y otras regiones del mundo.
Porque ofrece garantías a los defensores ambientales
El derecho a un ambiente sano es un derecho humano fundamental, y sus defensores son personas que protegen un bien que trasciende fronteras y generaciones que es, a su vez, extremadamente vulnerable y cuya afectación puede impactar en la salud y vida de todos, tal como lo demuestra el actual contexto de pandemia.
En una región que se encuentra encabezando la persecución y los asesinatos de los defensores ambientales en los últimos años, este es el primer acuerdo internacional en ofrecer garantías a su seguridad.
Porque es un acuerdo instrumental
El tratado ofrece un marco jurídico sobre los derechos de acceso a la información, de participación en procesos de toma de decisiones en políticas públicas y/o proyectos que tengan impacto ambiental, y de acceso a la justicia, entendida no sólo como el poder judicial sino también como los sistemas administrativos de prevención y superación de conflictos en asuntos ambientales. El derecho a un ambiente íntegro no puede ser efectivo sin los instrumentos necesarios. Justamente de eso se trata el Acuerdo de Escazú, que está basado en el Principio 10 de la Declaración de Río de 1992.
Además, el Acuerdo de Escazú le permitirá a los países profundizar la implementación de las cuestiones normativas que se necesitan para su cumplimiento, pero también posibilita una instancia internacional para iniciar un diálogo en temas que pueden ser “difíciles de discutir” en los países de origen.
Porque promueve la participación ciudadana
El Acuerdo de Escazú posee una dinámica particular, ya que involucra la participación de la sociedad civil desde sus inicios. El público formó parte del Comité de Negociación, pudiendo abrir el juego a exponer ideas y propuestas, manifestar inquietudes y trabajar en conjunto para lograr un acuerdo que se adapte mejor a las necesidades ambientales de América Latina y Caribe.
Andrés Nápoli, Director Ejecutivo de FARN y miembro del público en el Comité de Negociación del Acuerdo de Escazú, dijo en una charla para Legisladores x el ambiente, la iniciativa impulsada por 350.org en Argentina: “Este ha sido un aprendizaje maravilloso. Fueron 8 años de trabajo: 4 años de puntos focales previo a la negociación y 4 años del Comité de Negociación. Los últimos dos años formaron un círculo absolutamente virtuoso de negociación en donde se generó la confianza, en donde fue posible incorporar el tema de defensores ambientales. Este fue un aporte, no sólo del público, sino de los relatores de Naciones Unidas de Derechos Humanos de la situación crítica que tiene América Latina. Por suerte los países comprendieron que era necesario una herramienta como esta.
A estas alturas, es claro que la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú nos beneficiará a todos, ya que nos dará un marco para exigir información sobre asuntos ambientales, proteger nuestros recursos naturales y defender la lucha de las comunidades.
Por eso, es importante que sumes tu pedido en las redes sociales para que el gobierno argentino y otros latinoamericanos lo ratifiquen cuanto antes utilizando el hashtag: #EscazúAHORA
Rocío Rodríguez Almaraz es escritora y colaboradora de 350.org Argentina.
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