Este es el primer artículo de Dinero Fósil, una serie que estaremos publicando durante las próximas semanas. ¡Síguenos!

Dinero, dinero, dinero. Capital, plata, dinero, pasta. El dinero es una cosa furtiva, que se mueve por un laberinto de espejos en todo el mundo y adoptando diferentes formas. En este sistema que los humanos han creado y habitan, es el dinero lo que mueve al mundo. Es el voto de las empresas y refleja sus verdaderas intenciones, mucho más allá de lo que puedan decir en las redes, sociales u otras. Es la esencia de sus decisiones y el combustible del combustible..

Al centro del enredado lío del dinero moderno global se encuentra el sistema financiero. Los bancos, las aseguradoras, los fondos y las naciones asignan su dinero a diferentes empresas, dando forma a una parte muy importante de nuestro mundo. Actúan como guardianes del dinero y, como tales, ejercen un enorme poder a la hora de decidir qué se hace y qué no. Si las empresas perforan y queman combustibles fósiles, o si se inicia una transición justa, depende, en (gran) parte, del sistema financiero. Entonces, para que una transición justa hacia la energía renovable liderada por la comunidad se ponga en marcha, tenemos que hacer que el sistema financiero retire los fondos de los combustibles fósiles. Una transición justa que incluya a todos, que termine con el sistema colonial, que promueva la rendición de cuentas y pague reparaciones simplemente no es compatible con el sistema financiero que invierte en combustibles fósiles.

Es por eso que, por muchos años ya, 350.org ha abogado para que estas personas tomadoras de decisiones desinviertan en los combustibles fósiles. Corta el acceso de la industria fósil al capital, y su capacidad para destruir nuestro clima se apaga. Corta el flujo de efectivo a los combustibles fósiles y la justicia florece. Y no sólo es algo que se puede hacer. Se ha hecho y continúa haciéndose, con el poder de la gente.

Hay muchas formas de luchar por la justicia. Muchas de ellas te llevarán, en algún punto u otro, por el laberinto del dinero fósil. Por eso preparamos esta serie: un mapa para guiarte por el laberinto. Así que trae a tus aliadas y aliados, y ¡buena suerte!

Activistas del Koala Kollectiv realizan una acción afuera del Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania, para exigir que el banco central deje de financiar combustibles fósiles y el caos climático.

Financiamiento climático y finanzas fósiles

Cuando comienzas a leer sobre dinero y finanzas, es posible que encuentres que incluso los términos más básicos pueden resultar confusamente similares. A veces, algunos autores pueden emplearlos de manera indistinta. Y otras veces, puede ser que la maquinaria de relaciones públicas de la industria fósil se esté aprovechando de esto para confundirte.

Financiamiento climático

Quizá el más confuso de todos los términos de dinero, el financiamiento climático se refiere a todas aquellas operaciones relacionadas con capital, que fluyen hacia la lucha contra el cambio climático. Estos recursos pueden fluir para mitigación, adaptación, pérdidas & y daños, movimientos de justicia climática… Cualquier cosa que nos ayude a salir de la era de los fósiles.

El financiamiento climático es lo que los actores públicos o privados llevan a cabo cuando comprenden que nos encontramos en una emergencia climática y que las soluciones requieren de recursos para convertirse en realidad.

Finanzas fósiles

Lo opuesto al financiamiento climático, las finanzas fósiles se refieren a todos aquellos flujos de dinero que se dirigen a actividades que destruyen el clima. Puede tratarse de operaciones de perforación, construcción de plantas carboeléctricas y minas, gasoductos, expansiones de aeropuertos… Pero también incluyen todo el dinero donado a candidatos negacionistas del cambio climático y operaciones laterales, como la construcción de carreteras o campañas de relaciones públicas en favor de empresas destructoras del clima.

El ducto del dinero

El dinero, como el petróleo y el gas, casi nunca se utiliza en el mismo sitio donde fue generado. Necesita moverse, ser transportado y distribuido. Para hacer esto, existe todo un sistema global. El dinero invertido en operaciones de combustibles fósiles en un lugar, llega por medio de bancos, fondos de inversión u otras instituciones financieras, y antes de eso, de inversionistas públicos y privados. En la mayoría de los casos, estos inversionistas provienen del Norte global para invertir en el Sur global (y volverse a casa con las ganancias).

Recorre el ducto y encontrarás puntos en donde aplicar presión ¡y estrangular el dinero de los destructores del clima!

Instituciones financieras

Estas son las guardianas del dinero. Las que deciden a dónde va y a dónde no. Principalmente hablamos de bancos minoristas (incluyendo los tradicionales y los digitales), banca de inversión y fondos, bancos centrales, uniones de crédito, compañías de seguros y corredores de bolsa. Cuando un nuevo desarrollo de combustibles fósiles recibe una inversión, puedes estar segura/o de que esta vino a través de instituciones financieras.

Bancos de desarrollo (y cooperativas)

De todas las instituciones financieras, los bancos de desarrollo representan algunas de las más interesantes desde el punto de vista del movimiento climático. ¿Por qué? ¡Porque en su mayoría son instituciones públicas! Estados, regiones o grupos de estados o regiones las controlan, directamente o por medio de considerables donativos. Además, con frecuencia ofrecen asistencia técnica además de servicios financieros.

Los bancos de desarrollo invierten su dinero en proyectos de largo plazo que se supone deben ayudar a zonas menos desarrolladas a alcanzar a otras más desarrolladas, pero no siempre sucede así, como lo ilustran los “desarrollos” de combustibles fósiles, que en realidad hacen a esas áreas más vulnerables.

Inversión/Desinversión

En este punto, una cosa debe estar clara: el dinero se mueve. Y al hacerlo, produce cambios (en forma de proyectos, desarrollos, acciones…). Cuando hablamos de inversión, hablamos de dinero que se asigna (se mueve) a un proyecto. ¡Y no queremos que sea a un proyecto fósil!

Lo opuesto sería “desinversión”. Esto es cuando el guardián del dinero decide retirar, o dejar de asignar, su dinero a proyectos fósiles. ¡Entonces puede invertirlo en otra cosa!

Activos varados

Un activo es algo que “produce” capital. Por ejemplo, una tienda es un activo. Puedes comprar una tienda esperando que esta produzca ingresos para ti y tu familia a lo largo del tiempo.

Los oleoductos y gasoductos, las minas de carbón,los aeropuertos y los campos petroleros también son activos. Las empresas los adquieren esperando que produzcan un ingreso para sus propietarios a lo largo del tiempo. ¡Pero nada dura para siempre!

Una vez que un activo ya no puede producir ingresos se queda “varado”, en el sentido de que nadie quiere comprarlo (¡porque ya no produce ingresos!). Muchos estudios indican que, conforme más y más personas se dan cuenta de que debemos dejar de quemar combustibles fósiles (¡y luchar para lograrlo!) los activos fósiles van de salida. Se están quedando varados. ¡Y estamos atentos a que esto ocurra!

Lavado verde (Greenwashing)

Gastar dinero en actividades que destruyen al planeta para obtener ganancias no es algo precisamente popular. Las industrias contaminantes y quienes invierten en ellas saben que el poder de la gente derrocará su modelo de negocios. Por eso, con frecuencia intentan confundir al público con diferentes tácticas de desinformación. El lavado verde es una de ellas.

Hablamos de lavado verde cuando los contaminantes o sus financiadores desproporcionadamente dirigen la atención hacia un proyecto, acción o decisión que no está destruyendo el clima, con el propósito de fortalecer su licencia social. Intentan engañar a las personas, los medios y las organizaciones para que se enfoquen en esos casos en lugar de en el elefante en la habitación: el hecho de que los combustibles fósiles son incompatibles con cualquier futuro habitable.