El lunes, 25 de marzo, la red Resistencia Amazónica presenta un reporte que señala las irregularidades y los impactos de las operaciones de la empresa Eneva en Campo de Azulão, sitio de extracción de gas fósil en la Cuenca Amazónica, en la ciudad de Silves, al sur del Amazonas.
Las principales conclusiones del reporte son:
- Eneva opera de manera irregular en Campo de Azulão, ya que no ha seguido el debido proceso de permiso ambiental.
- La extracción de gas fósil en ese sitio perjudica a los pueblos indígenas que viven desde hace décadas en el área donde actúa el emprendimiento, afectando a la fauna de la región, impactando el modo de vida de las comunidades y generando inseguridad en relación a posibles daños a la salud pública.
- Grupos indígenas aislados de manera voluntaria pueden estar sufriendo el impacto de la actividad de Eneva. Un registro fotográfico inédito, inserido en el reporte, refuerza lo que han reportado expertos de la Comisión Pastoral de la Tierra, hace aproximadamente tres meses, acerca de la presencia de estos grupos en la región.
- Los impactos en el medio ambiente son significativos y pueden incluir deforestación, reducción de la biodiversidad, daños a la calidad del aire debido a la emisión de gases de escape y potencial contaminación de ríos y acuíferos por productos químicos usados en el proceso industrial, lo que abarcaría un área aún más grande que los alrededores del emprendimiento.
- La región tiene un enorme potencial de generar energía por fuentes renovables y con menos impacto ambiental y climático, como la energía solar, y no necesita depender del suministro de la opción más cara y contaminante, los combustibles fósiles.
- Debido a las irregularidades y a los impactos del emprendimiento de Eneva, las organizaciones refuerzan el pedido para cancelar las actividades de la empresa en la región, que ya está en análisis por la Justicia Federal del Amazonas. Además, han señalado que un posible nuevo permiso para la extracción de combustibles fósiles en Campo de Azulão debe estar bajo control del IBAMA, en vez del IPAAM, e incluir una consulta previa, libre, instruida y de buena fe a los pueblos indígenas afectados.
Sobre el reporte
El estudio es el resultado de un trabajo en conjunto, a lo largo de dos años, de líderes indígenas y comunitários, académicos, ONGs y activistas que componen la red Resistencia Amazónica. Está basado en relatos de líderes indígenas de la región, entrevistas estructuradas con habitantes de las comunidades tradicionales y visitas a lugares cercanos a las estructuras de perforación y a las áreas indicadas por la comunidad como las más afectadas, para analizar in loco las condiciones socioambientales.
Al reunir y organizar un volumen inédito de información acerca de los daños causados por la operación de Eneva, el reporte fortalece la idea de que el permiso ambiental en Campo de Azulão es irregular y debe ser suspendido por el poder público, como lo han exigido algunas organizaciones de la sociedad civil desde el año pasado.
En 17 de mayo de 2023, la Associación por la Preservación Ambiental de Silves (ASPAC) y comunidades indígenas de Silves, con el apoyo de 350.org, del Grupo de Trabajo Amazónico (GTA) y de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), presentaron una demanda civil pública (ACP 1021269-13.2023.4.01.3200) para pedir la cancelación del permiso ambiental del emprendimiento y el cambio de juzgado – del gobierno del estado para el gobierno federal – en el caso de una nueva solicitud de permiso.
En 19 de mayo de 2023, la Justicia Federal del Amazonas llegó a suspender, de manera temporal, los permisos ambientales de la operación e instalación de Eneva en Campo de Azulão, que habían sido concedidas de manera irregular por la agencia ambiental del estado, el Instituto de Protección Ambiental del Amazonas (IPAAM). Posteriormente, la empresa logró revertir la decisión en el tribunal y, desde ese entonces, la demanda sigue su trámite en la 7ª Corte Federal Ambiental y Agraria – Sección Judicial del Estado de Amazonas. El tema de la demanda aún va a ser juzgado.
Sobre la red Resistencia Amazónica
La red Resistencia Amazónica fue creada en el 2020 para apoyar el trabajo de líderes comunitarios, activistas y organizaciones de la sociedad civil por una Amazonia libre de la extracción de petróleo y gas, con justicia climática y con el suministro de energías renovables producidas de manera justa en el aspecto socioambiental.
Las siguientes organizaciones componen la red: 350.org, Alternativa Terrazul, Asociación por la Preservación Ambiental de Silves (Associação pela Preservação Ambiental de Silves – ASPAC), Comisión Pastoral de la Tierra (Comissão Pastoral da Terra – CPT), Grupo de Trabajo Amazónico (Grupo de Trabalho Amazônico – GTA) e Instituto de Investigación y Desarrollo Amazónico (Instituto de Pesquisa e Desenvolvimento Amazônico – IPDA).