Mientras que países como Irlanda y Costa Rica anuncian la desinversión completa en combustibles fósiles, otros países de América Latina siguen aprobando más subsidios a la industria del petróleo y gas
Dublin, Irlanda — En un hito histórico, el Parlamento de Irlanda aprobó hoy la Ley de Desinversión de Combustibles Fósiles, convirtiéndose en el primer país del mundo en retirar totalmente el dinero público de la industria de los combustibles fósiles. El proyecto de ley exige que el fondo soberano de Irlanda, el Irish Strategic Investment Fund, de 8.000 millones de euros, abandone todas inversiones en carbón, petróleo y gas en los próximos cinco años.
El anuncio llega pocos días después de la importante llamada del Papa a la acción climática en una conferencia de dos días realizada en el Vaticano y al final de una semana repleta de anuncios de desinversión. Los compromisos incluyen la desinversión total de una de las facultades de la Universidad de Cambridge y la decisión de la Iglesia de Inglaterra de deshacerse de los combustibles fósiles antes de 2023, siempre que las empresas en las que se encuentren esas inversiones no tomen medidas para cumplir con el Acuerdo de París.
El éxito de la ley irlandesa es el resultado de una incansable campaña de Trócaire, organización enfocada en acciones de justicia climática y miembros clave del Parlamento, así como de diversas personas, quienes realizaron, en los últimos años, acciones por la desinversión de los combustibles fósiles como parte de un movimiento global en auge.
“La decisión de Irlanda es una gran victoria para la campaña de desinversión. Los anuncios de esta semana, realizados por iglesias, universidades, y ahora la primera desinversión completa por parte de un gobierno nacional, demuestran que cortar los lazos con las empresas de combustibles fósiles se está convirtiendo en la nueva norma. Invertir en ellas nunca fue moralmente correcto, y ahora tampoco es económicamente viable. La única manera de revertir la crisis climática es parar de financiar la industria fósil, apoyando el crecimiento significativo de las energías renovables”, afirmó Nicolò Wojewoda, director de 350.org en Europa.
Para Éamonn Meehan, director ejecutivo de Trócaire, la decisión del Parlamento fue una respuesta al llamamiento del pueblo irlandés, que exige más liderazgo en cuestiones climáticas del que fue calificado el pasado mes como el segundo peor país de Europa en acción climática. “Hoy, Irlanda ha enviado una señal poderosa a la comunidad internacional sobre la necesidad de acelerar la eliminación de los combustibles fósiles para que las metas climáticas globales se cumplan“.
Según él, el cambio climático es uno de los principales factores de crecimiento de la pobreza y el hambre en el mundo en desarrollo, y, por lo tanto, es vital combatirlo: “Vemos impactos devastadores todos los días en las comunidades en las que trabajamos. Sequías prolongadas, inundaciones y tempestades ya han causado la muerte de centenares de miles de personas, y millones más necesitan ayuda urgente para sobrevivir. Esperamos que este instrumento legislativo tan importante sea aprobado antes de fin de año. Debemos hacer todo lo posible para evitar que el cambio climático revierta décadas de progreso en reducción de pobreza en todo el mundo”.
Gobiernos locales como el de Nueva York, organizaciones religiosas como Cáritas Internationalis e incluso grandes corporaciones, bancos y aseguradoras ya han anunciado planes para deshacerse de la industria fósil. Hace algunas semanas, el presidente costarricense, Carlos Alvarado, anunció que prohibirá completamente el uso de combustibles fósiles, haciendo de Costa Rica el primer país del mundo en descarbonizar por completo su economía.
Mientras tanto, países como Brasil siguen el camino contrario, implementando políticas energéticas atrasadas y aprobando retrocesos legislativos que subvencionan aún más a las grandes empresas multinacionales del petróleo y el gas, en lugar de incentivar el crecimiento y fortalecimiento de las energías renovables con fuentes abundantes, como la eólica y la solar.
“Este es un momento crucial para el mundo, en el que las opciones que tomen los gobernantes dictarán el futuro de naciones enteras y la propia humanidad. Los países latinos deben inspirarse en el ejemplo de Costa rica y seguir el camino de la transición energética. El mercado de las energías renovables ha crecido mucho estos últimos años, con tecnologías más accesibles y disponibles, generando empleos, justicia social y sostenibilidad ambiental. Tenemos que aprovechar estas oportunidades y no quedar atrapados en patrones del pasado. La gente debe salir de su zona de confort y exigir auténtica responsabilidad a las autoridades electas, pues solo la presión popular puede cambiar el camino sin retorno al que se dirige el planeta“, afirmó Nicole Oliveira, directora de 350.org América Latina.
Dentro de dos meses, decenas de miles de ciudadanos de todo el mundo participarán en la movilización global Únete por el Clima. Comunidades, organizaciones de la sociedad civil y movimientos populares presionarán a las autoridades y responsables de tomar decisiones a todos los niveles gubernamentales para que tomen acciones climáticas concretas, inmediatas y significativas dirigidas a un mundo libre de combustibles fósiles.
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CONTACTO
Nathália Clark, coordinadora de comunicación de 350.org